La Opinión de Zamora

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Bercianos de Aliste, mucho más que una Pasión

La cofradía de San Cosme y San Damián, refrendada en 1618 por Paulo V, mantiene vivos los trabajos a prestación personal y la convidada

Trabajos de limpieza en Bercianos de Aliste. | Ch. S.

Bercianos de Aliste puso el broche de oro a las antiguas celebraciones en honor a San Cosme y San Damián reviviendo dos de los valores que han definido durante al menos cinco siglos al pueblo ribereño del río Aliste y conocido por su peculiar costumbre de vivir la Pasión y Muerte de Cristo 1989 años después de que el rapaz de María y de José fuera crucificado en el Gólgota: la hermandad (concejo de vecinos) y la convivencia (convidada).

La cofradía de San Cosme y San Damián de Bercianos es una de las más históricas y peculiares de las antigua Vicarías de Aliste y Alba pues ya existía hace al menos 405 años cuando estas pertenecían al Arzobispado de Compostela (Santiago).

La celebración festiva coincide con el 26 de septiembre, no obstante las circunstancias obligan los últimos años a dividir los actos entre finales del verano (misa y procesión) y comunitarios y lúdico (concejo de vecinos y convidada de la comunidad) en otoño para poder participar todos.

De ello hay constancia documental (manuscritos), pues fue el 26 de octubre de 1618 cuando el Papa Paulo V otorgaba a dicha hermandad la segunda bula papal conservada hasta nuestros días. La primera fue la del Papa Paulo III del 7 de enero de 1536 a la Santa Vera Cruz.

Eran tales sus tesoros espirituales que incluso pertenecían a ella vecinos de pueblos limítrofes como Valer, Campogrande y Fradellos: El libro de cuentas de 1751 refleja: “En este año entraron dos cofrades Micaela Lucas mi criada y María Esteba hija de Martín vecino de Riofrío”.

Un momento de la procesión. | Ch. S. Chany Sebastián

Bercianos... mucho más que una Pasión. En un día otoñal, con sol y temperaturas veraniegas, hombres y mujeres, niños, jóvenes y mayores, armados de guinchas (horcas), hoces, motosierras y desbrozadoras cumplieron con la tradición de los trabajos a prestación personal poniendo cada uno lo que buenamente pudo en las tareas de limpieza y decoro de su extrarradio urbano.

En unos tiempos de despoblación galopante, nacida de la emigración y el éxodo rural obligado de los años sesenta y setenta del siglo XX, con el abandono de la práctica agraria y ganadera, fincas publicas y privadas se van convirtiendo en reinos de taifas donde las verdes huertas de patatas frejoles y remolachas han dado paso las zarzas, agavanceras y malas y hiervas que convierten el terreno en un polvorín.

Con la satisfacción del trabajo bien hecho los vecinos se dieron cita en la ribera para en plena armonía disfrutar de una suculenta y sabrosa convidada a base de hornazos típicos alistanos, muslos de pollo asados al horno con pimientos, pastas, vino y como no el buen pan de Bercianos obra de los hermanos Pérez Blanco.

Una de las peculiaridades de Cosme y Damián, los hermanos médicos cristianos decapitados por orden de Diocleciano hacia el año 300 después de Cristo, es que son los únicos de la Diócesis de Zamora que son procesionados sin andas (carro). Son portados “al cuello” por dos vecinos como si se tratase de dos niños.

Se trataba de dos médicos o curanderos considerados “Santos Anárgicos” que en oposición directa a la práctica médica de aquellos tiempos consideraban que los pacientes tratados y curados no debían de pagar nada.

Las comidas de la cofradía de San Cosme y San Damián eran parte de su fiesta y así lo reflejan las cuentas de 1792 donde se anotaron la compra de 48 reales de vino, más 48 de una machorra que se compró, 8 de pan y tocino, y de garbanzos, peras, pimientos, ajos, cebollas y aceite” aunque en la mayoría de los casos las s reses sacrificadas pertenecían a la ganadería de la hermandad.

Para la comida comunitaria en 1795 se citaba la existencia de una “olla inútil” que hubo de ser reparada, aunque finalmente se sustituiría por otra nueva según las cuentas de 1797. En 1800 en primer lugar se admitían en data para su descargo 128 reales que se habían gastado en vino para el día de la cofradía, más 24 para pan cocido, más por todos los gatos de cocinar pollos, pesca, tocino, garbanzos, sal y otras menudencias 28,5 reales.

Comida de hermandad. | Ch. S. Chany Sebastián

En el año 1813 se trajeron diez panes de Carbajales de Alba que costaron 40 reales, a lo que se sumaban dos gallinas (18), cuatro pollos (8), un queso (10) y libra y media de pesca (6).

Una de las comidas de la cofradía más ostentosa tenia lugar en 1816 y costó 218 reales en vino para los cofrades, 22 para diez panes de Carbajales, 10 en carne de vaca, un queso y garbanzos, 14 en aceite y 6 en tocino y 17 en pollos y pesca.

Las investigaciones del profesor José Luis Alonso Ponga, un enamorado de Aliste, nos desvelan que en 1741 ya había en Bercianos al menos cinco cofradías: “Santo Cristo”, Vera Cruz”, “San Cosme y San Damián”, “Nuestra Señora” y “Ánimas”. Ya en 1803, se revitalizaría la hermandad de la “Virgen del Rosario” fundada en el siglo anterior: “Todas ellas son de gran importancia para comprender la religiosidad popular que aún se conserva, porque sirven como ritos alrededor de los cuales se ha formado la trama de la historia del lugar”.

La cofradía de San Cosme y San Damián poseía en el siglo XVIII un rebaño integrado por 40 reses, de ellas 17 carneros, nueve ovejas y cuatro corderos, más 9 machos cabríos y una cabra. Su esquilmo en cada año era de 114 reales y 17 maravedíes.

Para facilitar la adquisición de las gracias espirituales la víspera y el día de la fiesta se juntaban varios sacerdotes confesores de otras parroquias a los que se daba de comer, aparte de tener que alimentar también a su caballerías: En 1816 se gastaron 5 reales en 9 cuartillos de cebada .

La Bula de papa Paulo V otorgaba que “cualquier persona que entrase en esta cofradía gana indulgencia plenaria el día de su enterada con tal haya confesado y comulgado, (o al menos con propósito de hacerlo) que visitase la cofradía y rogare allí por la paz entre príncipes cristianos, aumento de la santa fe católica y salud de pontífice”. Indulgencias a ganar también cada 27 de septiembre. Los siete 7 y 7 cuarentenas de perdón las ganaban los cofrades que confesándose y comulgando visitas en la iglesia en el segundo día de Pascua de Resurrección y en le segundo de Pascua de Navidad y haciendo las mismas diligencias el 2 de febrero (Las Candelas) y el 8 de septiembre (Natividad).

Aunque la mayoría de los cofrades pertenecían también a la Vera Cruz los cofrades de San Cosme y San Damián acudían al entierro de los suyos con sus propias insignias. Para ello la cofradía compro una pendonilla negra que costó 80 reales. San Cosme y San Damián sigue cautivando la fe en Bercianos de Aliste.

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