Una compleja y laboriosa operación “a vida o muerte”, según atestiguan los propios vecinos, “ha salvado de una muerte segura” al conocido a nivel popular como el “roble de las Cabañicas” (Quercus pyrenaica), uno de los árboles más longevos de la comarca alistana, con cientos de años, situado en Ribas de Aliste, localidad perteneciente al municipio de Viñas.

El antiguo roble nació y creció en el paraje de “Llanura de Lentiares”, donde vivió sin problemas. "Un árbol descomunal”, dicen sus vecinos que, según expertos de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, “supera con creces los tres siglos de vida”.

Vecinas de Ribas junto al roble centenario. | Ch. Sebastián Chany Sebastián

El “roble de las Cabañicas” cuenta con unas dimensiones fuera de lo común: para abarcar a su tronco de 4 metros y 42 centímetros de circunferencia hacen falta varias personas con los brazos extendidos. Otra de sus peculiaridades ha sido durante siglos su extensa copa con un total de 62 metros de circunferencia.

Dimensiones descomunales

Tenía dos enormes ramas en forma de Y, y en una de ellas, en un enorme hueco, vivía un enjambre de abejas. Dada su grandeza sirvió durante años de refugio del ganado lanar en verano para protegerse del sol y los calores de junio, julio, agosto y septiembre, ya que el lugar donde se encuentra es fresco y húmedo, por lo que el ganado aprovechaba para “sestiar” bajo él.

Simbiosis perfecta: el roble les daba sombra y las ovejas le daban a él abono para alimentarse, de ahí que fuera un ejemplar que destacaba en toda la majada, pues aunque hay más robles centenarios en la zona de Ribas, ninguno tan grande como él. “Las cabras lo usaban para jugar, pues trepaban a él con facilidad y de paso robaban alguna hoja fresca”, aseveran los antiguos cabreros.

Fue hace 13 meses, allá por el mes julio de 2021, cuando una fuerte racha de viento partió una de las enormes ramas, concretamente la que albergaba la colmena. Aquello supuso una pérdida y una enorme tristeza para los vecinos del pueblo, y aunque ya no cobijaba a los ganados –los pocos que quedan ahora se guardan en modernas naves– aquel roble era un emblema para sus habitantes. El pasado invierno se repartió leña de la majada entre sus vecinos y la rama fue repartida entre tres familias, lo que nos da una idea de su tamaño.

Una operación a vida o muerte Chany Sebastián

Sabiendo de la importancia del centenario roble para Ribas y sus familias, y de lo que significaba para todo el pueblo, es cuando se pusieron en contacto con los agentes medioambientales de la Comarca Forestal de Alcañices buscando solución y pidiendo una actuación urgente para evitar la muerte y la desaparición de sus árbol más preciado.

En la primavera de 2022, concretamente los días 18 y 19 de abril, una cuadrilla de peones especializados de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León comenzó las obras de saneamiento de la herida. Como si de auténticos cirujanos de la naturaleza se tratara, con sus afiliadas hachas y cuchillos de monte a modo de bisturí, limpiaron a conciencia los bordes de la herida, dejando el labio cicatrizante totalmente limpio para que poco a poco, y con el paso de los años, se fuera cerrando la descomunal herida.

Para evitar que entre el agua y se produzcan podredumbres realizaron un empalizado, colocaron dos metros cuadrados de malla y lo cubrieron con pasta cicatrizante, empleando un total de 12 botes de un kilo, pues la herida tenía unas dimensiones de 1,50 por 1,20 metros. Meses más tarde, concretamente el día 5 de junio, y una vez bien seca la pasta cicatrizante, se le impermeabilizó de nuevo con pintura especial, que evita filtraciones y a la vez le permite transpirar, para lo cual se emplearon otros cuatro botes de un kilo cada uno.

Los vecinos de Ribas de Aliste se muestran agradecidos por la operación realizada por los operarios de Medio Ambiente y esperanzados de poder salvar “una autentica joya con la que la naturaleza nos ha gratificado a Ribas y a cuantos aquí hemos nacido y vivido. De momento el roble ha brotado con fuerza y se le ve muy vigoroso. Ganas de vivir parece que no le faltan”.

Una operación a vida o muerte Chany Sebastián

El roble alistano(Quercus pyrenaica) es uno de los árboles autóctonos más abundantes en Aliste tras la desaparición de los negrillos. Su madera pardo leonado es muy dura, de grano fino, con anillos bien marcados, bastante pesada y muy resistente a la putrefacción aun dentro del agua. Por ello antiguamente era utilizada para hacer las cubas para el vino y como vigas para la construcción de puentes de piedra.

El roble es un árbol de larga vida que puede superar los mil años y tardar en florecer por primera vez hasta 40 años.