Nacido en Dinamarca en 1980, Thyge Jensen es el nuevo presidente de la Denominación de Origen Arribes.

Licenciado en Economía por la Universidad de Copenhague, su pasión por el vino pudo más que una buena posición laboral y en la primavera de 2016 se instalaba en Fermoselle con el objetivo de cumplir su sueño como viticultor, ecológico y artesanal, en un territorio sensacional y desconocido. Seis años después Thyge Jensen, “Chus” para todos, elabora su propio vino y posee una de las 18 bodegas adscritas a la DO Arribes.

La mención –47 municipios y 282 hectáreas–, en 2021 generó una producción de 1.127.494 kilos y 680.957 contraetiquetas. Exporta el 40% de sus vinos, especialmente a Reino Unido, China, Bélgica y Noruega. También ha abierto mercado en Dinamarca, República Checa, Suiza, Estonia, Italia, Portugal, Canadá, Estados Unidos, México, Japón o Australia.

–¿Por qué eligió Fermoselle para dar un vuelco total a su vida profesional?

–Cuando llegué aquí hace seis años no conocía Arribes más que por una visita, pero me pareció un lugar maravilloso y único, donde se producían uvas exclusivas. La elección fue por varias razones. Primero porque es una zona bastante peculiar, con un paisaje muy bonito, es un Parque Natural y además hay viñas viejas y variedades que casi no se dan en el oeste de España. Por eso pensé que aquí podría hacer algo diferente, con buenas viñas, muchas sobre bancales y terrazas. Siempre me han atraído zonas de viñedos no masificadas, con un paisaje distinto y muy bonito como es el de Arribes del Duero.

Siempre me han atraído zonas de viñedos no masificadas, con un paisaje distinto y muy bonito como es el de Arribes del Duero

–Un territorio casi por explorar, que atesora una tradición vinícola extraordinaria y ahora intenta buscarse un hueco en un mercado muy competitivo, ¿cómo abrir camino?

–La DO tiene pocos años pero estamos en una zona que ha conservado una tradición viticultora, donde hace años se plantaron bastantes viñas. Es una pena que no se hayan conservado más, pero ahora estamos en un tiempo de crecimiento. Cada año hay más bodegas, la gente está plantando viñas, es verdad que no se va a la misma velocidad que cuando se arrancaron, pero confío mucho en las posibilidades de esta zona.

–¿Qué factores tiene a su favor este territorio ribereño y fronterizo?

–El perfil de las viñas y de las uvas es lo que está buscando el mundo del vino. Por ejemplo la Juan García posee unas características que casi no hay en el resto de España. Cuando hablo con gente de fuera de aquí ven un potencial extraordinario en estas uvas. También la Puesta en Cruz, una uva blanca, es una variedad minoritaria que llama muchísimo la atención. Y en este línea creo que debemos ir, es el gran mensaje que tenemos que lanzar, poseemos variedades que tiene potencial y hemos de aprovecharlo al máximo.

Poseemos variedades que tienen potencial, como la Juan García, y eso tenemos que aprovecharlo al máximo

–Arribes es una Denominación muy alejada del perfil de Ribera o Toro, mucho más grandes y con una larga trayectoria ¿cómo se pueden hacer hueco en el mercado estas Denominaciones más pequeñas y minoristas?

–Precisamente por nuestro diferencial. Estamos viendo el interés por esta zona en la emergencia de bodegas. Nunca vamos a ser muy grandes, pero sí muy selectos.

–El Duero es frontera pero también prolongación de un territorio que se extiende a Portugal, donde desde el punto de vista vitivinícola están creciendo y se han posicionado con éxito en los mercados. Un lugar en definitiva para mirarse en el espejo, ¿quizás se ha estado de espaldas a esta realidad?

–Es una buena pregunta. Tengo amigos en Bemposta y hablamos mucho porque los vinos son bastante similares. Un día en el futuro no estaría mal plantearse una DO común pero hoy no es algo que se contemple ni es una prioridad.

–¿Hay recelo a explorar esa vía?

–No nos tenemos por qué cerrar a nada, pero la DO Arribes (nacida en el año 2007) está en un proceso de crecimiento, necesitamos consolidarnos y desarrollar nuestra propia personalidad. Estamos descubriendo por dónde vamos, adquiriendo experiencia; cuando seamos mas maduros podremos plantearnos otras cosas.

El camino pasa por lograr un mayor conocimiento en España y fuera de las fronteras

–¿Dónde se deben situar las prioridades de la DO Arribes?

–Para mi el camino pasa por lograr un mayor conocimiento en España y fuera de las fronteras. Tenemos buenos vinos, excelentes bodegas, todo está listo para despegar, es el gran desafío.

–¿Sienten que siguen siendo desconocidos?

–Eso se ve claramente cuando vas a las ferias. Si te sitúas al lado de Ribera de Duero, ellos no necesitan explicar dónde están ni quiénes son. Pero nosotros sí, la gente piensa que Arribes es una bodega o más una zona, pero no una Denominación de Origen. Por eso necesitamos hacer ese esfuerzo de explicar quiénes somos.

–¿Se va a profundizar en esa promoción de los vinos, bodegas y esta comarca vinícola?

–Me parece fundamental. Es un trabajo que debemos definir todos los miembros del Consejo Regulador. Tendremos que plantear la estrategia, a qué ferias vamos y cómo hacerlo. Es un trabajo que tenemos por delante.

–El enoturismo está en auge en muchas zonas vinícolas. Ahí está el ejemplo de la Ribeira Sacra y muchas más. ¿Fermoselle y en general Arribes del Duero tiene posibilidades?

–Claro. Reunimos las condiciones para aspirar a algo parecido. Tenemos las viñas en terrazas, un perfil que no está muy lejos de Ribera Sacra o El Bierzo. Ellos van muy por delante, con bastante éxito, pero nosotros estamos dando pasos. No hay que tener complejos. No es verdad ese pensamiento a veces instalado entre la gente de que las viñas de Arribes son malas y por eso no tenemos éxito. Para nada. Nuestras viñas poseen calidad y muchas posibilidades de crecer fuera de España.

Las bodegas están haciendo un esfuerzo importante por hacer las cosas bien y creo que eso se está notando

–¿Con una exportación del 40%, cómo es el posicionamiento en el mercado?

–Hay de todo, desde vinos más asequibles económicamente, más barato para el consumidor, hasta los muy selectos. Somos 18 bodegas en el Consejo y cada una tiene su perfil, no hay dos iguales. Las bodegas están haciendo un esfuerzo importante por hacer las cosas bien y creo que eso se está notando.

–Hay quien dice que los grandes gurús del vino ponen la vista en estas comarcas vinícolas tan singulares, ¿es así?

–Claro. Vega Sicilia abrirá una bodega en Galicia con Albariño, un vino blanco. Por qué no poner las miras aquí. El problema es que tenemos pocas viñas y en Arribes no es fácil adquirirlas. En la DO no llegamos a 300 hectáreas y en año 1985 había más de 3.000 hectáreas. Por eso hay muchas zonas donde plantar.

Hay un esfuerzo por recuperar las variedades propias de esta zona y eso le gusta mucho a la gente de fuera

–La calificación de las cosechas confirma esa apuesta que indica por la calidad.

–Las añadas últimas están obteniendo buenas puntuaciones. Se va mejorando la producción y eso es por la experiencia. Hablo por mí mismo, cada añada va mejor y lo mismo pasa en todas las bodegas.

–¿Cómo influye la apuesta por variedades autóctonas?

–Es fundamental. Todas estas bodegas trabajamos con variedades de uvas que no solo es tempranillo. Hay un esfuerzo por recuperar las variedades propias de esta zona y eso le gusta mucho a la gente de fuera. Es algo que nunca han catado, muy interesante para los clientes.

–¿Se nota el turismo en buscas de estas singularidades?

–Hay mucha gente que viene a ver la zona y descubre que también tiene vinos. El conjunto de Arribes es vendible, vino, naturaleza, experiencia, bodegas y patrimonio.