Las excavaciones arqueológicas del Castro de la Encarnación de Mellanes y de El Castrico de Rabanales han llegado a la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Salamanca. Una exitosa jornada donde Francisco Javier González De la Fuente, su director, fue el encargado de presentar la labor de la Asociación Zamora Protohistórica y del proyecto “Castrum Zoelarum,” para seguir luego con el documental de Santiago Rodríguez Fernández.

En el debate participaron José Manuel Costa y Enrique Ariño Gil (profesores de Arqueología de la Universidad de Salamanca), Francisco Javier González (director de las excavaciones), Xavier Eguileor Carmona (asesor científico) y Javier Pérez Bueno (testigo de las excavaciones en Rabanales).

Se generó un debate sobre esta forma de practicar la arqueología, muy implicada con la comunidad y completamente abierta a los visitantes y centrada en la difusión, denominada arqueología pública o comunitaria: “Castrum Zoelarum puede ser un ejemplo y vía de mostrar cómo una práctica de vocación científica es también una herramienta de participación ciudadana y una más de las muchas iniciativas que pueden y deben contribuir a acercarse al mundo rural y contribuir en su combate contra el despoblamiento”.

Presentación del proyecto Castrum Zoelarum en la Universidad de Salamanca. | Zamora ProtoHistórica

El pasado verano se abría por primera vez el yacimiento de El Castrico de Rabanales. Previamente se realizaron prospecciones intensivas, un arduo trabajo de análisis y obtención de lecturas mediante georadar para determinar las áreas más óptimas para explorarlo mediante la excavación arqueológica.

El objetivo de esa primera intervención, a nivel científico, era determinar el estado de con conservación del yacimiento y obtener una primera lectura sobre la identidad de esos restos que mostraba el georadar. Para ello se abrieron dos sondeos en la parte más alta del yacimiento, con el permiso de los propietarios de las parcelas, que mostraron que una parte del yacimiento se halla muy afectada por todos los trabajos agrícolas que se han desarrollado en aquel lugar durante siglos: “Los campesinos de todas las épocas son expertos en aprovechar cuanto cae en sus manos, y restos de aquellos edificios eran canteras excelentes para levantar nuevas construcciones”.

Las piezas más interesantes

Francisco Javier González reconoce que, no obstante, “hubo suerte y algunas estructuras permanecían bastante bien conservadas, pudiendo observarse varios ámbitos con estancias internas, suelos de construcción compleja con varias capas que buscaban aislamiento y tratamiento contra las humedades, dos cubetas con tratamiento hidráulico para contener líquidos, restos de talla de variscita, que es un mineral muy raro proveniente de la Sierra de la Culebra y que era muy apreciado para crear elementos de adorno, tato en la Prehistoria como en época Romana, y un gran contenedor cerámico todavía en su lugar original”.

Según Zamora Protohistórica: “Aunque el informe está todavía en sus fases finales de redacción, se puede avanzar una cronología clara que parece arrancar a mediados del siglo I después de Cristo, fenómeno habitual en todo este cuadrante del solar de los pueblos astures, en que el Imperio Romano empieza a hacerse sentir tras el final de las conquistas del emperador Augusto –el cual tiene un busto en su honor en Rabanales–, fundando nuevos enclaves y alterando el modo de vida castreño que dominaba el paisaje hasta entonces.

Museo digital

Se han recuperado interesantes restos materiales como cerámicas, metales y de vidrios, que pasarán a enriquecer los fondos del Museo Provincial de Zamora y que en algunos casos se digitalizarán por miembros de Castrum Zoelarum para que toda persona con interés pueda cómodamente verlos desde su hogar.

En este sentido, Zamora Protohistórica acaba de hacer público en la plataforma sketchfad los modelos digitales tanto del yacimiento como de los dos sondeos de excavación abiertos y que se pueden ver siguiendo el código QR. Engrosan así su museo virtual, en que ya se habían localizado los modelos de las excavaciones del Castro de la Encarnación de Mellanes y de varios de los objetos que allí se recuperaron.

QR del museo virtual. Zamora ProtoHistórica

Respecto a la divulgación, los miembros del Castrum se muestran bastante satisfechos con el impacto logrado. Se diseñó una ruta que aprovechó los crecientes recursos de difusión patrimonial construida desde la Alcaldía de Rabanales a lo largo de los años. El Museo Micológico acoge una pequeña muestra relacionada con la arqueología, Museo de los Castros de Aliste y que irá poco a poco enriqueciendo cada vez más su contenido gracias al apoyo inestimable de la Fundación Fomento Hispania.

A ello se añade la variada y rica epigrafía romana que forma parte de las paredes de la iglesia de San Salvador como en algunas casas del entorno, con visitas a las excavaciones para ver, en vivo, su avance. Todo ello es posible gracias a la colaboración de la Universidad de Salamanca y el programa “Clave”, que permite becar a un graduado para guiar estas rutas tres veces por semana. A ello se suman los talleres de Zamora Protohistórica en el marco del Castro de la Encarnación con niños y niñas acompañados de sus progenitores.

El equipo de Castrum Zoelarum evalúa en estos días los resultados de la intervención y planifica a nivel científico, en contacto con expertos de la Universidad de Salamanca, qué pasos dar para seguir conociendo el yacimiento de El Castrico.

Se trabaja en conjunto con el Ayuntamiento de Rabanales en el diseño de las formas de divulgación que busquen seguir llamando la atención de la población sobre este elemento, para que acompañen a los y las arqueólogas en el conocimiento de la fase romana de la evolución del paisaje de Rabanales. Así mismo se van asentando las bases para que más alumnos de la USAL puedan realizar prácticas en torno a los materiales del proyecto, y colaborando en diferentes lineas que enriquezcan la intervención .

La Asociación “Zamora Protohistórica” pone una parte del trabajo, pero sin el apoyo decidido del Ayuntamiento de Rabanales que preside Santiago Moral Matellán y la Fundación Fomento Hispania, así como la Diputación de Zamora, que apuesta decididamente por la generación de espacios divulgativos y turísticos en el medio rural, nada sería posible.