Los vecinos de Peque y Santa Eulalia del Río Negro no salían ayer de su asombro al conocer la existencia de una plantación de marihuana en el paraje de El Sardonal, que atraviesa el camino entre los dos pueblos delimitados por la frontera municipal y la frontera vegetal, a un lado prolifera la encina, al otro, el roble.

Ayer era un día de caza más en los contornos del pueblo, con realas y cazadores batiendo el terreno pero en el lado opuesto a la plantación ilegal. Tres ciervos y dos perros de caza, con localizador, fueron los únicos que ayer andaban por entre la vegetación entre El Sardonal y Urrieta Grande hasta que se les perdió de vista en dirección al río Negro.

En ese intermedio vegetal y a media ladera fue donde los cazadores encontraron el domingo las instalaciones entre las que había dos balsas de agua impermeabilizadas para el riego, numerosas garrafas grandes de agua, al menos dos generadores, un motor para subir agua y una estructura de cobertizos disimuladas con plásticos y redes de camuflaje.

Al parecer la Guardia Civil sacó plantas, aunque está por saber el número exacto recogido por los agentes. Con toda probabilidad la mayor parte de la “cosecha” se recogiera en septiembre, después de los calores del verano y las plantas que quedaban eran pocas. Es una zona de fuertes heladas. A las personas que hicieron el hallazgo les llamó la atención unos yogures y una bolsa de patatas fritas sin tocar y secas, cuando el día anterior había llovido. Las primeras sospechas de los propios participantes en la batida es que al oír los perros de la reala se pusieron sobreaviso y se dieron a la fuga.

Valle donde se encontró la plantación. | A. S.

La plantación al parecer estaba dividida en dos contiguas y regadas mediante las balsas y un sistema de bombeo, está por determinar si el agua se extraía desde el río Negro de manera ilícita o desde alguno de los manantiales que hay en la zona y que antes regaban prados, ahora en desuso. Un encinar cerrado por el arbolado y prácticamente impracticable servía de pantalla vegetal efectiva a paseantes o curiosos. Una pantalla que incluso disuade a cualquiera de intentar entrar como le ocurrió a un ganadero este verano que quiso pastar y desistió. “De lo único de lo que tenían que preocupares “es de que no ten salten encima los ciervos” comentan dos vecinos que llegan de paseo por el camino de El Molino. El monte “es una selva que tienes casi que entrar con machete” describe uno de los paseantes, la red de caminos está en perfecto estado para acceder desde la carretera y bien desde el camino por Santa Eulalia o bien desde Peque.

Caminos por los que transitan quads, motos, todoterrenos. En el camino de El Sardonal se abrió con una retroexcavadora no hace muchos años. El monte de encinas lleva más de tres décadas sin hacer leña y una entresaca en el común. Por más vueltas que se den si no se tiene la ubicación es difícil encontrar la plantación en un lugar recóndito y en el solo se puede entrar a pie y no por un lugar visible, y alguien que esté familiarizada con la zona. Queda por averiguar si en la zona de Santa Eulalia también hay alguna plantación.