Frente al control cinegético del lobo, ya prohibido en toda España por decisión de la ministra Teresa Ribera, Europa propone que los Estados miembros promuevan y financien medidas preventivas de los ataques al ganado, como vallados nocturnos o perros guardianes.

La “Guía para la protección estricta de las especies animales de interés comunitario”, publicada esta semana por la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea con el fin de ayudar a los Estados miembros a conservar especies emblemáticas del continente, no solamente se fijaba en España para alabar el turismo lobero en la Sierra de la Culebra como ejemplo de nuevas fuentes de financiación para las zonas rurales con lobos. También tomaba como ejemplo el catálogo de medidas de protección del ganado en zonas loberas elaborado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico español.

Para la protección del ganado ovino y caprino, este catálogo propone el uso permanente de vallados nocturnos para evitar los ataques en las explotaciones extensivas. Este sistema consiste en rodear el propio redil de la finca con cables o mallas conectados a la corriente eléctrica. Se recomiendan cables de alambre de 2 milímetros de diámetro, que se colocan sobre una valla de unos dos metros de altura, sujetando entre seis y ocho cables entre poste y poste. Los cables se deben colocar con una separación entre ellos decreciente, los de arriba más separados y los de abajo más juntos. La alternativa a estos cables son las mallas electrificadas, de 50x100 milímetros aproximadamente, también puestas sobre el vallado. En ambos casos, la electrificación se obtiene utilizando un generador con batería recargada con panel fotovoltaico con un voltaje de salida media de 9,2 kV. El coste aproximado de los materiales para una explotación media se estima en 850 euros.

Energizador fotovoltaico para electrificar la malla o los cables. | Miteco

En cuanto a los perros, el Miteco recomienda la raza mastín español para que acompañe al ganado permanentemente. El número de perros necesario se estima en dos mastines por cada cien ovejas. Los perros deben tener un collar de carlancas, con púas de hierro para evitar las mordeduras del lobo en el cuello. Lo más difícil es el adiestramiento de los perros, desde cachorros, en las labores de guarda del ganado. Es necesario que se críen junto con las ovejas a partir de los dos meses de edad, y es muy importante la selección correcta de los mejores animales. El coste de mantenimiento de cada mastín es de unos 300 euros al año, a los cuales debe añadirse unos 500 euros para la compra del mastín.

Respecto a las explotaciones de ganado bovino, se distinguen medidas de protección diferentes para terneros lactantes, añojos o ganado de recría, y animales adultos.

Para los terneros lactantes se recomienda un cercado permanente para su protección en esa etapa de vulnerabilidad, con distintos elementos de protección. El más importante es una malla cinegética de nudo fijo, que debe estar enterrada en el suelo dejando una altura libre de entre dos metros y dos metros y medio; tras este, un pastor eléctrico para evitar la entrada del lobo y también que las vacas puedan dañar el cerramiento desde el interior, consta de dos cables electrificados con 9 kV, situados a 60 y 90 centímetros de altura. El sistema de protección de terneros requiere la instalación de dos conjuntos de 2 puertas con sistema de apertura en “vaivén”, uno de entrada y otro de salida. Dentro del recinto, para el bienestar de los animales, se recomienda instalar un porche provisto de paja, un abrevadero con sistema de disposición permanente de agua y recogida canalizada del sobrante pare evitar erosiones, y un comedero selectivo de terneros para provisión en caso de necesidad. El coste, para una explotación de tamaño medio se estima en unos 12.000 euros.

Se requiere otro cercado diferente para las novillas en época de recría, similar al anterior pero con una sola puerta. Las novillas entrarían allí de noche, o durante varios días después de un ataque para disuadir al lobo de volver a la explotación. El coste aproximado es de 6.000 euros para una superficie de media hectárea que podría albergar entre 15 y 20 novillas.

Para las vacas y toros adultos, basta con emplear perros guardianes, entre dos y cuatro mastines por cada centenar de terneros. Esto exige un doble adiestramiento, tanto de los perros como de las vacas, ya que su tendencia natural es atacar a los perros.

El Miteco ha publicado manuales similares con medidas de protección de las explotaciones de ovino y de los colmenares frente al lobo, o de estos últimos frente al abejaruco.