Una vacada con 260 ejemplares realizó el camino de vuelta desde la Sierra Segundera por la cañada de Quintana hasta los pastos de invierno en Asturianos de Sanabria. El paso por El Puente de Sanabria hizo parar unos minutos la actividad para ver el ganado en marca guiado a pie, a caballo y en todoterreno. Dos generaciones de la familia Ovelar con ayuda de algún ganadero de Sotillo y algunos voluntarios se tiene que repartir a lo largo de la vacada para hacer los cruces de carreteras y encauzar a todos los animales hacia la continuación de la cañada. Algunos de los ejemplares no tiene más de una semana de vida, son terneros serranos en el estricto sentido de su nacimiento.

Vacas y caballos por el casco urbano camino de Asturianos. | A. S.

José Centeno “Pepe El Puta”, como se le conoce, era testigo del cruce de El Puente mientras estaba atento a espantar a las vacas para que no le dejaran su otra huella a la puerta de casa. Aunque el ganado ha formado parte del origen y la vida de El Puente “ahora se vive del turismo” dice este vecino al pie del puente histórico que se construyó para facilitar el paso de personas, animales y mercancías desde El barrio de La Gafa de Valdespino, en el municipio de Robleda-Cervantes, hasta la plaza que antaño concentrara la compraventa de reses de toda la comarca.

La vacada desanda la Sierra Segundera

En su casa eran nueve hermanos y sus padres tuvieron carnicería y bar donde se daban comidas, prácticamente todos se dedicaron al oficio aunque él fue a un bautizo a Madrid “y allí compré un taxi” en el mismo convite “sin enterarme. Y aún lo tengo”. Dice jubilado y pasados los 80 años.

La mayor parte de los tratantes que había por la zona de Galicia “eran de aquí de El Puente. Se pasaban toda la semana comprando ganado y los sábados lo llevaban hasta Benavente, a unos hermanos que eran del Puente Domingo Flórez” de la vecina provincia de León.