Aurelia, Olivia y Piedad, sayaguesas de acero

Tres mujeres como tres robles milenarios, unidas por una longevidad extraordinariamente lúcida y saludable, que representan el orgullo de sus vecinos. Nacidas en Tamame de Sayago, Aurelia, Olivia y Piedad suman 307 años y atesoran el legado de una generación irrepetible. Un siglo de vida ha pasado por cada una de estas mujeres, a quienes el Ayuntamiento de Peñausende ha homenajeado “por los méritos demostrados en la educación de sus hijos”.

Así lo acordó el Pleno, a propuesta del edil Amador Pérez Viñuela, en una sesión extraordinaria donde el único punto era el nombramiento de Aurelia, Olivia y Piedad como hijas predilectas del pueblo anejo de Tamame de Sayago.

A la proeza de llegar a los cien años se suma en este caso los 107 que ayer cumplía Aurelia Prieto Panero, la más veterana de estas tres madres sayaguesas. No menos singular es que dos son hermanas. Aurelia, la mayor, y Olivia que ha cumplido cien años al igual que Piedad Cristóbal Rodrigo. No menos llamativo resulta el hecho de que las tres abuelas centenarias sean más en Tamame que la población menor de 20 años, con solo dos hermanos.

Aurelia, mujer vital y de buen humor, pasa ya por ser la persona más longeva de la comarca de Sayago pletórica de energía y lucidez. Viuda de Eliseo, agricultor y ganadero, ha sido madre de tres hijos, una ya fallecida, y vive entre Tamame y Toro, donde también se ha ganado el cariño de sus vecinos.

Su hermana Olivia ha criado a seis hijos con una descendencia de nietos y biznietos que reúnen en una mesa a 30 comensales. Casada con Agustín, agricultor y ganadero, además de buen cazador, la anciana comparte con su hermana una “madera” especial que les ha llevado a sobrevivir al resto de hermanos con una salud admirable.

Piedad Cristóbal Rodrigo completa el trío de centenarias. Aunque nació en Figueruela de Sayago, desde bien pequeña la familia se trasladó a Tamame donde se casó con Narciso (conocido como “Melchor de Peñausende”), una familia también dedicada al campo y al ganado que crió dos hijos.

Estas tres mujeres de acero han recibido un emotivo homenaje arropadas por familiares y vecinos. La ausencia del alcalde de la villa de Peñausende, Manuel Rivera, debido a un problema personal de última hora, fue suplida por la alcaldesa pedánea de Tamame, Marisol Prieto, quien les hizo entrega de un pergamino y un ramo de flores. Visiblemente emocionada, Olivia agradeció el reconocimiento en nombre de todas, dando las gracias tanto al Ayuntamiento como a la asociación cultural “Tamame 0.7”, donde nació la idea.