Las familias y los negocios de la villa de Tábara dispondrán de agua para el uso doméstico a unos precios razonables, similiares a los que existen en otros pueblos de la comarca natural de Aliste, Tábara y Alba, o incluso algo más baratos que la media. Sin embargo, se penalizará con muy altos costes, de hasta 4, 5 y 6 euros cada metro cúbico que exceda el primer tramo de consumo establecido.

Así lo establece la modificación de la ordenanza fiscal reguladora de la tasa por distribución de agua potable aprobada por la Corporación Municipal que preside el alcalde socialista Antonio Juarez Núñez y que ha entrado en vigor llegado este mes de mayo, tras pasar la exposición publica sin que se presentase ninguna alegación. La ordenanza modificada lleva en funcionamiento doce años, desde el día 25 de noviembre de 2008.

Hasta ahora la cuota fija a pagar por acometida a la red en la villa de Tábara era de carácter semestral y tenía un precio de 6 euros. Ahora se harán tres pagos diferentes de 4 euros cada uno, al final del año es la misma cantidad.

El cambio más sustancial estará en las tarifas por cantidad consumida. Hasta ahora se distribuían en dos períodos diferentes, uno que iba desde el día 21 de septiembre al 19 de junio del año siguiente, donde cada metro cúbico (1.000 litros) costaba 10 céntimos de euro; y del 20 de junio al 20 de septiembre, donde se abonaban 60 céntimos por metro cúbico.

La liquidación de la tasa se efectuará, en tres periodos, y las lecturas de los contadores se realizará antes del 16 de septiembre (la primera) y después del 1 de junio (la segunda) y 15 de julio (la tercera). En aquellos casos en que la lectura no se pudiera realizar por causa imputables al interesado (contadores cerrados, interiores o averiados) se aplicará un tarifa de 300 euros para dicho período.

El primer periodo, próximo a comenzar, del 1 de junio al 15 de julio (con 45 días), el consumo doméstico igual o inferior a 45.000 litros se pagará a sólo 20 céntimos de euro por metro cúbico. A partir de ahí en cierta medida se penaliza el consumo pagando 5 euros por metro cúbico.

Durante la época estival, del 16 de julio al 15 de septiembre (62 días), el consumo doméstico tendrá un coste de 60 céntimos de euro euros por cada metro cúbico, similar al que se pagaba antes sin límite de cantidad. A partir de 60.000 litros, en pleno verano, cada metro cúbico costará 6 euros.

El tercer período y más largo de todos es el que va desde el 16 de septiembre al 31 de mayo del año siguiente (258 días), donde los vecinos podrán consumir hasta 200.000 litros pagando a 20 céntimos de euro por metro cúbico frente a los 10 que se pagaban anteriormente. Superada esa cifra cada mil litros costarán un total de 3 euros.

Las modificaciones afectan también a las exenciones y bonificaciones. Se mantiene que estarán exentos de oficio los suministros a los edificios y dependencias municipales de usos o servicio publico, así como los suministros a los servicios públicos de piscina, riego de jardines, incendios e instalaciones deportivas. Llama la atención la exención a la piscina, que todavía no se ha construido.

En cambio, introduce un elemento novedoso: bonificaciones a las familias en función del número de personas que tengan como residencia habitual la vivienda. Cuando la familia tenga cinco convivientes se aplicará una bonificación del 10%, siendo seis el 15%, por siete el 20% y a partir de ocho el 25%. Así mismo se aplicará una bonificación del 25% en el caso de negocios con contadores independientes a cualquier otro uso, siempre y cuando el consumo se destine única y exclusivamente a dicho negocio.

En el caso de la Residencia de la Tercera Edad la “Divina Misericordia” la bonificación se fija en el 90%.

La ordenanza incluye un añadido que establece que “el alcalde, en función de la disponibilidad de agua potable existente, para poder garantizar el suministro a las necesidades básicas, podrá dictar aquellos usos a los que esté prohibido destinar agua potable de la red publica (riego o lavado de coches)”. Quienes incumplan las prohibiciones que dicte la alcaldía se enfrentará a multas de 400 euros.

El pasado verano ante la escasez de agua durante el Ayuntamiento se vio obligado a prohibir “totalmente” su uso para fines que no fueran los establecidos “domésticos exclusivamente” tales como regar los huertos y jardines, aunque estos estuvieran situados dentro del recinto urbano, así como el lavado de coches, limpiar fachadas o llenar piscinas particulares.

Ya en el verano de 2017, siendo alcalde José Ramos San Primitivo, la falta de lluvia y la fuerte sequía, llevó en aquella ocasión al Ayuntamiento a decretar el corte del suministro de agua d la red general a las cuatro fuentes urbanas.

El agua ha convertido en un bien y un servicio vital tras llegar en la década de los años setenta del pasado siglo XX las redes de abastecimiento domiciliario a todos los pueblos alistanos, tabareses y albarinos. La situación ha llegado a tal extremo que la Diputación Provincial de Zamora, a través del Área de Medio Ambiente exige a todos los ayuntamientos que quieran acceder a ayudas institucionales, tener en vigor unas ordenanzas de abastecimiento de agua con la obligación de instalar contadores.