El mantenimiento “en condiciones adecuadas de seguridad, salubridad, ornato público y habitabilidad, según su destino, realizando los trabajos precisos para conservar y reponer dichas condiciones” por parte de los propietarios de bienes inmuebles, tal y como insta en un bando el Ayuntamiento de Villar del Buey, es un cumplimiento que difiere a ojos vista en el municipio. Hay pueblos en este municipio que son un ejemplo de cuidado y estética, como Formariz, y otros que llaman la atención por las ocupaciones de materiales y un cierto abandono de la limpieza como Pasariegos, o que compaginan lo bien atendido con zarzales o herbazales de riesgo, como Fornillos de Fermoselle.

Los bandos están puestos a la vista y, para quebranto de las ejemplares conductas, clavados en troncos de árboles vivos que son tratados como si fueran cuerpos insensibles. Algunos hechos han sido puestos en conocimiento de las autoridades locales. “Se justifica en que es un pueblo ganadero, pero también lo son Formariz, Villar del Buey y Cibanal y no ocurre los mismo” expresan fuentes de Pasariegos. “Y en que somos unos guarros”.

El Ayuntamiento tiene constancia de los desórdenes existentes en unos y otros pueblos del municipio porque existen las denuncias, por escrito o verbales, pero, según afirman fuentes locales, funciona la vista gorda por cuanto que, en algunos casos, los incumplimientos de la Ordenanza tocan a personas ligadas o afectas al Equipo de Gobierno que preside el diputado y alcalde, José María Nieto.

La Alcaldía también hace referencia en el bando a la Ordenanza Municipal de Policía, Buen Gobierno y Convivencia que establece que “los propietarios de terrenos y solares deberán dedicarlos al buen uso que le es propio a tenor del planeamiento urbanístico y, mientras tanto, están obligados a mantenerlos limpios de maleza, en evitación de riesgo de incendios, así como de basuras de todo tipo y debidamente vallados en la forma y con las características previstas en la Ordenanza de aplicación”.

El visitante que recorre los pueblos que integran el municipio de Villar del Buey (Pasariegos, Formariz, Cibanal, Fornillos, Pinilla de Fermoselle y el propio Villar del Buey) tiene oportunidad de sentir todas las sensaciones porque existen todas las realidades, y así como hay ejemplos de esmero en la limpieza y la estética, también los hay de desidia y negligencia. Zarzales que crecen de forma salvaje y se adueñan del escenario, solares que mantienen unos herbazales de un metro o más, siegas apiladas pero que permanecen como almacenes de combustibles causando preocupación en los vecinos, maderas en lugares públicos, maquinaria ocupando las eras. Por no hablar de perros y gatos. “Es un desmadre. Con este calor tengo las ventanas cerradas porque pasan la noche ladrando, porque ven un gato, por cualquier cosa” dice una afectada por perros que están en vela. “A mí me echan en cara que limpio la calle frente a casa porque dicen que estoy quintando el puesto a alguien” dice una persona del municipio. “Limpia tú y que te paguen a ti” le contesta.

En el mismo bando se hace saber que las conductas prohibidas pueden acarrear sanciones con multas cuya cuantía va “desde los 300 a 3.000 euros”.

Indica que para mantener las condiciones de seguridad, salubridad, ornato público y habitabilidad “las parcelas deben encontrarse limpias de restos de podas, elementos vegetales o cualquier escombro que pueda producir problemas de seguridad o riesgo de incendio”. Y va más allá y deja claro que “en el caso de no cumplir con estas condiciones el propio Ayuntamiento procederá a ejecutar los trabajos a costa de los obligados y se procederá a la apertura del correspondiente expediente sancionador”.