El mercado semanal de El Puente de Sanabria reabrió el lunes su espacio a los vendedores ambulantes de ropa, calzado y otras mercancías, dentro de la apertura progresiva prevista por el Ayuntamiento de Galende. Más público, más puestos y en general satisfacción entre los vendedores por poder volver al trabajo, aunque las ventas van despacio.

Los vendedores cumplieron el metro de separación entre puestos, lo que supone en algunos casos que los puestos fueran un poco más pequeños, pero satisfechos de que el 100% de los vendedores puedan estar presentes.

El presidente de la cooperativa de vendedores Marchena, José Rosillo, señala un primer día con los protocolos de separación y "esperamos que todo vaya hacia la nueva normalidad" con las directrices que han impuesto los Ayuntamientos. Para Rosillo "es un bien para todos" y que tratan de evitar que se cierren los mercadillos. Todos los puestos de textil y calzado estaban dotados de su gel desinfectante y un número limitado de clientes, en el caso del puesto de José Rosillo, dos. "Nadie quiere arriesgarse a ponerse malo porque trabajamos cara al público".

Desde la cooperativa se ha negociado con los Ayuntamientos para que en el caso de no poder alargar el mercado, se reduzca un poco el espacio de los puestos pero permitir que todos los comerciantes puedan vender, en alusión a las limitaciones del mercadillo en Zamora y que este martes, con toda seguridad, no se pondrá. El representante de los comerciantes cuestionaba "¿Quién decide que puestos de ese 25% se quedan fuera?". Casi cuatro meses sin poder trabajar "los hemos pasado muy mal. Somos un sector desfavorecido, vivimos al día, y no hemos podido trabajar". El representante del colectivo espera que los meses de julio y agosto sean favorables.

La concejala María del Carmen Velasco reiteraba que "preferimos perder un poco pero evitar que nos cierren el mercado". A partir del mes de julio tendrán preferencia los vendedores ambulantes que están todo el año, y que suponen el 65% aproximadamente de los puestos, ya que en los meses de julio y agosto aumenta la presencia de puestos que solicitan su colocación por un día. La concejala está pendiente de la limitación de aforos para evitar aglomeraciones, además de garantizar la separación y que las calles sean amplias para el tránsito de personas.

Una de las vendedoras de ropa que ayer instaló su puesto cerca del crucero de El Puente reconocía que estos cuatro meses "hemos estado mal sin poder trabajar. Aunque hemos tenido ayudas para comer ha seguido la luz, el agua y la hipoteca". Reubicados y con 75 centímetros menos de puestos por cada lado reconocía que "la gente viene mentalizada". En La presencia en los mercadillos ha ido poco a poco para esta vendedora en Toro, Tábara y La Bañeza.

Para la zamorana Amparo Salazar era ayer su primer día en Sanabria y a la espera de ir esta semana también a Medina. Además de mantener la distancia entro los clientes, todas las pruebas de zapatos con bolsa de plástico y desinfección posterior con un spray. Fuentesaúco y Toro son otras de sus próximas plazas y a la espera de Zamora. Amparo relata que el día 12 de marzo fue al almacén a comprar mercancía "y el día 13 nos confinaron". Una mercancía que es la que ahora está a la venta. Los compradores del mercado reconocían que con los puestos de ropa y calzado "se ha animado".