La campaña de recogida de setas por el confinamiento de los recolectores en cumplimiento del Decreto de alarma sanitaria, y por las multas. Un listado de multas que sigue creciendo, pero esta vez a empresas y trabajadores de las obras del trazado de Alta Velocidad que van a los puestos de trabajo sin medidas de autoprotección, al no poder acceder a ellas ni contar con la dotación necesaria facilitada por las empresas.

El sector micológico es otro de los directamente afectados por la limitación de movimientos dentro del Estado de Alarma. El empresario Ángel María González Joaquín, de la empresa Prosilvestre de Villardeciervos, mantiene únicamente abierta la línea de venta de setas congeladas, ante el cierre de la línea de almacenaje por falta de producto.

"Nos han buscado la ruina. Es un producto que queda tirado en el monte" señala el empresario cervato ante una temporada de primavera que daba buenas perspectivas. El crecimiento de los hongos se ha adelantado casi dos meses. A mediados de febrero, sobre el día 17, comenzaron a proliferar los primeros ejemplares en dos puntos concretos para luego generalizarse.

La anticipada llegada de la primavera con buenas temperaturas y humedad hacía prever una buena campaña de recolección a partir de marzo, cuando lo habitual es que el grueso de la temporada se desarrolle en abril. "No es lógico, es una actividad que se hace en el monte, alejados unos de otros y sin contacto, tomando las medidas necesaria" apela este empresario micológico. Aunque también reconoce que "los mayores" son población de riesgo, pero se debería permitir trabajar a los autónomos y desempleados.

Hasta una veintena de denuncias a empresas y trabajadores del AVE se han interpuesto en los controles de la Guardia Civil, desde el lunes, para vigilar el cumplimiento del número máximo de viajeros autorizados en los vehículos de trasporte de trabajadores a las obras.

También se están sancionando a los operarios por no llevar mascarillas en sus desplazamientos, al no disponer de ellas ya que no hay unidades a la venta y las empresas no las están facilitando a los trabajadores. En este caso los operarios están siendo sancionados con multas de 600 euros, más las multas a las empresas.

Los trabajadores están asistiendo a sus puestos de trabajo con temor tanto a las denuncias como a las condiciones de falta de seguridad para evitar el contagio de COVID-19.