El coordinador del programa de Conservación de la ONG WWF, Luis Suárez, abrió ayer en Madrid la presentación de la campaña europea "En tierra de todos" dentro del proyecto LIFE EuroLargeCarnívores, protagonizada por los ganaderos de extensivo que han aplicado medidas preventivas como cercados y adiestramiento de mastines.

Apoyar y premiar económicamente a los ganaderos que llevan sobrecostes de trabajo y recursos para reducir daños es una prioridad, dentro de la negociación actual de la Política Agraria Comunitaria (PAC) donde países como Francia ya están destinando a prevención del orden de 25 millones de euros, muy lejos de la actitud y las ayudas mínimas en comunidades como Galicia. El apoyo a los sobrecostes y una legislación que reconozca a los mastines como animales de trabajo se hacen necesarios, además de implementar cercados y limpieza de matorral de las áreas de pastoreo.

Para Yolanda Cortés, una de las grandes expertas en lobo, las administraciones tienen que aprovechar este debate para reclamar ayudas europeas "ante el nuevo escenario de la PAC" y los escasos o nulos recursos que destinan las Comunidades Autónomas, cada una con una legislación propia. Los tres ganaderos que protagonizan el documental representan a una parte del colectivo implicado en el refuerzo de las medidas de prevención, como reconoce Blanca Berzosa Laso, una de las coordinadoras del proyecto.

El testimonio del joven ganadero de Cerdillo de Sanabria, Fernando Rodríguez Tábara, "yo me eduqué en una casa donde el lobo era malo" abre el documental de Ofelia de Pablo y Javier Zurita. Junto con los testimonios del pastor trashumante extremeño Juan Díaz, desde los Picos de Europa, y Sofía González Berdasco pastora y promotora de una empresa de turismo rural en Somiedo recorren su experiencia vital desde niños y como pastores.

De unos años duros donde su madre, Luisa Tábara, sufría ataques y bajas sistemáticas en la ganadería familias, ha pasado a la tranquilidad de los 21 mastines que cuidan las 110 cabezas de ganado de la explotación. Fernando esbozó su recorrido de prueba y error para hacer "una familia peculiar de vacas y mastines". Este joven ganadero reconoce la coexistencia de las especies. El lobo "es un regulador nato de sus especies; no de las mías".

Este cuidado conlleva costes a mayores de mantenimiento y cuidado médico de los perros de entre 6.000 y 7.000 euros. No tiene contratado seguro de daños de lobo porque "prefiero gastarlo en un perro y no tener daños". El año 2109 se cerró en su explotación con un ternero muerto por el lobo y la yegua de su madre que no tenía mastines.

El adiestramiento de los mastines comienza por tratarlos como animales que van a cumplir un trabajo, desde cachorros, y no como mascotas, además de mantener la convivencia con vacas y terneros para crear el vínculo de apego y habituarlos a las áreas ganaderas de sierra en extensivo. Los turistas causan no pocos problemas por el absoluto desconocimiento del manejo de perros y ganadería extensiva, como recoger los mastines que, para ellos, "están abandonados" o considerar que llevar carrancas en el cuello es "maltrato" cuando es su protección frente a un ataque de lobos. Ni es una raza peligrosa ni hay que acariciarlos ni acercarse a ellos.

Sofía González Berdasco, a la que de niña, su madre la mandaba con sus hermanas a cuidar las cabras "he odiado a los lobos, he pasado miedo y tenía pesadillas". La convivencia con el lobo ha marcado su infancia pero ha cambiado su percepción del lobo como recurso turístico complementario a la ganadería, una ganadería familiar de la cordillera cantábrica. "No sobramos nadie. Quiero que estemos todos y convivamos" dice con contundencia. En su experiencia más directa ha superado el "miedo" hasta el punto de llegar a dormir cerca del lugar de cría de los lobos, oír la manada al lado de las vacas y no producirse ningún ataque. El lobo no ataca en la zona de cría a las ganaderías.

Además de trabajar por el lobo durante muchos años, Suárez afirmó que "llevamos muchos años trabajando por la ganadería extensiva". En el conflicto de ganadería y lobos lo importante "no es matar lobos. El cometido del proyecto es sentar en la misma mesa a todos los actores para dialogar y difundir las medidas y necesidades de las medidas a adoptar.

Mientras que Fernando y Sofía, desde críos, se alimentaron de la cultura del lobo, Juan Díaz en su vida había sufrido el ataque de lobo alguno, hasta que llegó a los Picos de Europa y en la primera embestida se llevaron por delante un centenar de ovejas. Implantó las medidas más comunes, el cerramiento nocturno del ganado y la vigilancia permanente del pastor sobre el rebaño.

"El ganadero no quiere ver una oveja muerta, no quiere ver un ternero muerto. El ganadero no quiere que se lo paguen ni mucho ni poco. Sencillamente lo que no quiere es tener daños, no quiere tener animales muertos porque no trabaja para cobrar esos daños. Trabaja para vender esos animales". En este contexto que resume Luis Suárez "hay medidas que funcionan" y esas medidas "las han inventado los propios ganaderos, las han puesto en marcha y las han aplicado".