Iberdrola ha empezado a desembalsar agua de la cuenca del Duero. Las abundantes precipitaciones de los últimos días han incrementado los caudales fluviales de forma considerable, hasta el extremo de la que la compañía hidroeléctrica ha comenzado a evacuar por los aliviaderos. La presa de Villalcampo ofrece de nuevo el espectáculo del agua con la apertura de las compuertas, dejando escapar un voluminoso torrente de agua.

Ocurre que el caudal que llega al embalse es superior a la capacidad para turbinar y almacenar, por lo que se procede al desalojo. En el salto de Ricobayo se ha abierto el aliviadero medio para desembalsar 700.000 litros por segundo y así regular las avenidas que acumula los ríos Duero, Esla y Tera como consecuencia de las aportaciones de las cuencas de cabecera.

La progresión de las crecidas es palpable en puntos como el pueblo de Andavías donde los vecinos han comprobado la rápida extensión de las aguas del embalse del Esla llegando a las mismas puertas del pueblo.

El agua llama la atención de vecinos y curiosos. La apertura de compuertas y la consiguiente liberación de miles de metros cúbicos sobre os cauces representa todo un espectáculo muy del gusto de curiosos y habituales de la contemplación de este fenómeno. Es reiterativo el "turismo de presas" cuando entran en ebullición las aguas camino de Portugal y las vacaciones navideñas contarán este año con el aliciente de los desembalses para desplazarse a los puntos más significativos de la cuenca.

Otro atractivo natural, consecuencia de las precipitaciones abundantes, son las cascadas. En la comarca de Sayago han empezado a tomar vida estos cursos de agua que se precipitan al vacío, ofreciendo un fenomenal espectáculo natural del que ya han disfrutado algunos curiosos a lo largo del fin de semana.

La cascada de Abelón, en el municipio de Moral de Sayago, es un punto imprescindible, así como la cascada de las Lastras en Mámoles, que corren con fuerza después de varios días de abundantes precipitaciones. Toda una oportunidad para recrearse con estos regalos de la naturaleza en los arribanzos del Parque Natural Arribes del Duero. Y no menos llamativo es el espectáculo natural de cascadas y lagunas en la sierra sanabresa.

Estas abundantes lluvias han permitido recargar arroyos y manantiales que estaban en las últimas después de un periodo de prolongada sequía. La comarca de Sayago ha transformado por completo la estampa gracias al resurgimiento de las aguas.

Por otro lado, la Confederación Hidrográfica del Duero prosigue con el control de los cauces y la evolución de las avenidas. En el caso del río Valderaduey, a las dos de la tarde estaba declarado el nivel de alarma a su paso por Villárdiga, donde el cauce ha seguido tendencia creciente desde el sábado. Aguas abajo, en Benegiles, se declaraba nivel de alerta, en ambos casos con tendencia a la estabilidad. Las crecidas de este río han anegado fincas y caminos sin que esta evolución ponga en peligro la normalidad de los pueblos.