Agentes medioambientales de la Junta han denunciado a un pescador furtivo que había capturado más de 40 ejemplares de rana común (Pelophilax perezi), cuya pesca está prohibida por primera vez este año de forma general en Castilla y León.

Los profesionales pillaron "in fraganti" al pescador, procedente de la provincia de León y conocido ya por su reincidencia en la pesca de rana común, una especie en franco declive y cuyo estado de conservación no es compatible con el aprovechamiento pesquero.

La Guardería Medioambiental de la comarca de Sayago requisó al infractor la caña y las capturas, que fueron devueltas al agua ya que las ranas estaban vivas. Dada la cantidad de anfibios capturados, todo hace pensar que estarían destinados a la venta y comercialización.

La preocupante reducción de la población de rana común ha obligado a regular la pesca. Desde el año 1992 se toman medidas para proteger la especie y terminar con la indiscriminada captura de este anfibio muy popular y atractiva para los raneros, y con apreciado valor gastronómico.

Aunque ha habido áreas puntuales de la provincia donde otros años se ha prohibido la pesca, por norma general existía un límite de capturas, el año pasado 12 por pescador y día. En 2019 la Orden de Pesca de Castilla y León ha incluido entre sus novedades con respecto a temporadas anteriores, la desaparición de la rana común del listado de especies pescables.