Los sucesivos cortes de agua que han tenido lugar en las últimas fechas en la localidad de Villaralbo han levantado las quejas de algunos afectados, residentes en las urbanizaciones, y que denuncian las interrupciones "sin aviso alguno" del abastecimiento por sus efectos en la vida cotidiana. Señalan que el pasado viernes estuvieron "seis horas y media sin agua" y ayer volvieron a sufrir de nuevo el corte "entre hora u hora y media".

El Ayuntamiento sostiene que las interrupciones del abastecimiento están "programadas" y responden a la necesidad de solucionar las fugas de agua detectadas en la red de abastecimiento. La alcaldesa Ana Belén González, señala que se ha tenido conocimiento de "media docena de fugas" una vez que se ha hecho uso de los medios técnicos del Servicio de Medio Ambiente que la Diputación provincial pone a disposición de los municipios para dar una solución a las averías de agua.

Dar solución a estos problemas conlleva suprimir durante un tiempo el abastecimiento a los consumidores de las zonas afectadas por los trabajos de reparación.

Los denunciantes, pertenecientes a una de las urbanizaciones, afirman que pagan "religiosamente" los recibidos del servicio de agua y reclaman por lo tanto un servicio correcto. Manifiestan, además, que se trata de un pueblo que está a solo cinco kilómetros de la capital y que es el lugar elegido para residir por algunos zamoranos. Es por ello que, en su criterio, el Ayuntamiento debe hacer un buen uso de las inversiones del dinero municipal "porque no podemos ir a Zamora a lavarnos y a cocinar".

Desmientes que se trate de cortes programados porque estas situaciones que comunican con antelación a los vecinos con avisos o carteles que informan de estas operaciones y que permiten a los afectados adoptar medidas para no verse de golpe sorprendidos por la falta de agua.

También hacen hincapié en las malas condiciones que ofrece el agua del abastecimiento domiciliario que hace que las personas consuman, tanto para beber como para cocinar, agua adquirida en los establecimientos.

El problema del agua no es nuevo en esta localidad y, de hecho, las inversiones en la depuración están al orden del día porque el censo se acerca a las 2.000 personas y no bastan la instalaciones actuales.