Figueruela de Abajo cuenta con un retablo que está realizado en su totalidad en madera de pino y, "aunque arquitectónicamente no es de primerísima calidad sí se puede destacar por la originalidad de las policromías, muy variadas y con gran colorido. El dorado en el retablo es muy escaso, pero está realizado con la técnica de dorado al agua, que consiste en aplicar las láminas de pan de oro sobre una capa de bol arménico rojo mezclado con cola de pescado, que es una tierra especial para soportar las láminas de oro sin que estas se rompan. El bol de Armenia existe en tres colores, rojo, ocre y negro, pero el uso del rojo es el mas extendido".

Las láminas de oro se adhieren únicamente con agua, de ahí el nombre de esta técnica "dorado al agua", por tanto el dorado al agua nunca se puede limpiar con humedad, pues esto hace que el oro se desprenda ya que se reactiva la cola de pescado en la que va disuelta el bol. "El dorado en el retablo es escaso y de no muy buena calidad, pero el conjunto entre las coloridas policromías y el escaso dorado resulta muy armonioso y original" asevera Ana Sánchez. Policromía y dorado se realizaron en el año 1865 como se especifica en la leyenda que aparece en la zona inferior, y fueron realizados por Manuel Rodríguez que cobró por los trabajos 1750 reales, siendo párroco Ildefonso Martín, sacerdote que estuvo unos 40 años en Figueruela. Datos recogidos por Marcelino Gutierrez un cura muy implicado en la restauración de sus iglesias y retablos. La arquitectura de madera se realizaría con bastante antelación a la fecha de la inscripción 1865, pero no se sabe exactamente cuando: "Las iglesias que no eran demasiado pujantes económicamente, normalmente tardaban unos cuantos años en policromar y dorar los retablos, pues había que esperar para recuperarse económicamente después de haber abonado el pago a los artistas por la fabricación de la arquitectura del retablo".