Fue en los años sesenta del pasado siglo XX cuando iniciaban su historia los cabezudos de Alcañices con el Payaso y luego le acompañaba el Torero. Ya en 1974 le tocaba el turno a la Vieja Margarita. El Ogro Melecio sería el cuarto, ya con más de tres décadas recorriendo la Villa. En 1995 llegaban el Lobo y el Demonio por iniciativa del Ayuntamiento, que en 2002 adquiría también el Cabezón Morán y el Dragón. En 2010 un industrial de la villa donaba al Pirata, el Capitán, el Popeye y el Franky. Los últimos fueron Tratado y Concordia hasta conseguir una familia integrada por 15 gigantes y cabezudos.