La I Feria del Pastor y la Trashumancia coincidió ayer con la romería del Cristo del Campo en San Vitero, la tradicional fiesta de septiembre que convierte esta localidad cada año en la capital de la comarca alistana. Si en el recinto ferial las ovejas trashumantes eran las protagonistas, en la ermita numerosos vecinos rendían devoción al Cristo, que salió en procesión por el entorno del templo, donde se celebró una misa. Y como es tradicional, el paraje se transformó en un improvisado mercado con puestos de todo tipo. Desde ropas, calzado, navajas portuguesas o los típicos productos de la tierra como pimientos de la zona de Benavente, pan, cebollas, tomates o almendras. También había alguna barra donde reponer fuerzas.