El equipo de expertas formado por Azahara Buenaposada, Paloma Romanillos y Virginia Flores ha finalizado los trabajos de restauración de la imagen de santa Marina, patrona del pueblo de Valleluengo, perteneciente al término municipal de Rionegro del Puente. Durante la estancia en el taller de la empresa de conservación y restauración, Resurrection C&R, la imagen ha recuperado sus vivos colores originales y su hermosura primigenia.

Aunque la recuperación de su alegre policromía puede ser lo más llamativo, las restauradoras explican que la imagen ha sido intervenida de urgencia, ya que tenía un grave problema de insectos xilófagos que había que erradicar con rapidez. La imagen se encontraba dañada por la carcoma, la huella del paso de los insectos en la madera se puede observar en los numerosos agujeros que recorren su cuerpo. Una vez solucionado el problema de carcoma, se retiró el barniz envejecido y se realizó la limpieza de la suciedad generalizada que oscurecía y desprestigiaba a la imagen, apagando sus colores originarios.

Una inscripción en la peana narra que la imagen fue dorada en el año 1770, pero la escultura posiblemente fue tallada a principios del siglo XVIII. La talla se encuentra policromada, dorada y plateada, con decoraciones esgrafiadas en prácticamente toda la superficie de sus vestimentas.

A los pies de la talla se encuentra un dragón -en este caso antropomórfico- que será el atributo de su martirio, ya que fue engullida por uno. La santa, con ayuda de un crucifijo, logró abrir las entrañas del dragón y salvarse. Aunque su muerte no tardaría en llegar, ya que fue una de las primeras mártires de la cristiandad, muriendo en las persecuciones masivas llevadas a cabo contra los cristianos por el emperador Diocleciano en el siglo IV.