La pérdida de Naturaleza es una de las grandes "preocupaciones" actuales porque la sociedad es consciente de que la biodiversidad que alberga "es uno de los motores de la economía y del bienestar por su capacidad para generar empleo, crecimiento y progreso" merced a sus múltiples aprovechamientos o recursos. Un patrimonio que es, además, "fuente de inspiración, de conocimientos y ocio" saludable, según refleja un informe encargado por la Comisión Europea.

El cambio de uso de la tierra, la construcción de infraestructuras, la contaminación, la expansión urbanística, el abandono, la sobreexplotación de los recursos están entre los factores que han contribuido a la pérdida de Naturaleza y, a la vez, "a la creación de nuevos paisajes" y ecosistemas, en ocasiones, más propicios para especies invasoras y foráneas que para las originarias y endémicas.

Las Directivas de Aves y de Hábitats constituyen "los principales instrumentos legislativos para la conservación y el uso sostenible de la naturaleza en la UE", en particular a través de la red Natura 2000 de zonas de elevado valor en términos de biodiversidad. La provincia de Zamora cuenta con casi una treintena de espacios integrados en la Red Natura y sobre todos se elaboró un genérico plan de gestión de los recursos naturales, calificado por algunos de "papel mojado", para intentar dar así una respuesta a las exigencias de la Unión Europea de dotar de una gestión definida y correcta.

La finalidad de tales Directivas es, según apuntan los redactores del informe, "el mantenimiento o el restablecimiento, en un estado de conservación favorable, de los hábitats naturales y de las especies silvestres de la fauna y de la flora de interés comunitario".

El referido informe, promovido por la Comisión Europea para evaluar "periódicamente" los progresos en la aplicación de las Directivas, revela la situación que ofrecen los enclaves de la Red Natura europea, cuyo espacio ha sido dividido en nueve regiones biogeográficas terrestres. España cuenta con tres regiones, la Atlántica, correspondiente con Galicia y la cornisa cantábrica; la alpina o zona pirenáica, y la mediterránea, que engloba al resto del país.

Hay especies de aves que, según los datos," se han beneficiado de las medidas de conservación específicas dirigidas a adaptar las prácticas de uso de la tierra, en particular en los espacios Natura 2000". Es el caso de la avutarda, gracias a que "los programas agroambientales y de gestión de las tierras se han aplicado con éxito en España, Portugal, Austria, Hungría y Alemania, y han contribuido a la recuperación de la Otis tarda, una especie que depende de los paisajes abiertos (prados, estepas y zonas cultivadas no perturbadas) y que está en declive en otros lugares de Europa".

No obstante, hay mucha tarea que realizar porque, conforme a los datos aportados por los países miembros, "el resultado de la evaluación, a nivel de la UE, del estado de aproximadamente el 60 % de las especies es desfavorable y el del 18 %, desfavorable-malo". Por lo que se refiere a la tendencia del estado relativo a ese 60 % de los casos clasificados como desfavorable, el 4 % mejora,el 20 % es estable, el 22 % empeorando y un 14 % desconocida.

También se indica que "muchas de las tendencias de mal estado/empeorando se observan en especies asociadas al medio acuático, como ríos, lagos y humedales". Es un estado que "corresponde con la constatación de que los hábitats de agua dulce presentan, en su mayoría, un estado de conservación desfavorable-inadecuado". Se precisa que "están en peligro por los cambios inducidos por el hombre en el funcionamiento hidrológico, la pérdida de la conectividad, las canalizaciones, la eliminación de sedimentos, la eutrofización y la contaminación".

En consecuencia, "muchas especies asociadas a hábitats de agua dulce, como los peces migratorios, están disminuyendo a una escala preocupante". No obstante, se hace alusión a proyectos de restauración de cursos de agua, eliminación de barreras y construcción de pasos para peces "que han fortalecido las poblaciones" de, entre otras, especies como el aspio en Suiza, el sábalo en Alemania y el salmón del Danubio (hucho hucho) en Austrian del Danubio (Hucho hucho).

El estado de conservación y las tendencias de los hábitats "son peores que los de las especies". En el informe se subraya que "esto se debe probablemente a una tradición más consolidada de medidas de conservación para las especies y a la naturaleza menos compleja del problema, así como a unos tiempos de respuesta más cortos para la recuperación de las especies". A nivel de la UE, "el estado del 16 % de los hábitats entra en la categoría de favorable y el de más de tres cuartas partes, en la de desfavorable, el 30 % de los cuales corresponde a un estado desfavorable-malo".

La finalidad principal de la Estrategia de la UE sobre la Biodiversidad "es detener antes de 2020 la pérdida de biodiversidad y la degradación de los servicios ecosistémicos de la UE, y restaurarlos en la medida de lo posible".

Los prados naturales y seminaturales se encuentran, según el informe, "entre los ecosistemas más ricos en especies de la UE. Esos ecosistemas, que antiguamente se caracterizaban por estar gestionados de forma extensiva, han sufrido en las últimas décadas una acusada reducción de su superficie" Entre las presiones que sufren actualmente se citan "un uso más intensivo, unas prácticas de cultivo poco respetuosas del medio ambiente, la conversión a otros usos y el abandono.. También se menciona a "los humedales, en particular las turberas altas ("bogs") y las turberas bajas ("mires" y "fens"), como ecosistemas más amenazados de Europa", y se indica que "las últimas décadas se ha perdido gran parte de su superficie". La red Natura 2000, compuesta por Zonas Especiales de Protección para las Aves (ZEPA) y Zonas Especiales de Conservación (ZEC), contiene espacios de gran valor en términos de biodiversidad.