La Junta destaca que "en los puntos de agua con presencia de especies foráneas de cangrejo pueden existir formas infectantes del hongo que provoca la afanomicosis y estas adherise al equipo o vestuario que utilicemos durante las prácticas deportivas, de ocio o pesca, contaminándolo". Se incide en que estas formas sobreviven bien en ambientes húmedos incluso fuera del agua pero no son resistentes a la desecación: "si con un equipo todavía húmedo nos desplazamos hacia una masa de agua diferente, aislada de la anterior, en la que pudiera permanecer una población residual de cangrejo de río común, las formas infectantes atraídas hacia el cangrejo nadan activamente hacia él y se iniciará un brote de peste acabando con la población entera". Para evitarlo se considera primordial no desplazarse entre masas de agua distintas y aisladas con el mismo vestuario y equipamiento si previamente no se ha secado completamente. Ciertos equipo como vadeadores, reteles, trajes de neopreno o sogas requieren más tiempo de secado que otros y se deben estirar bien para evitar que la humedad quede en pliegues y dobletes.

Una forma sencilla de desinfección consiste en "sumergir el equipo y vestuarios completamente en agua con lejía disuelta". Serviría un tapón de lejía por cada cinco litros de agua durante veinte minutos o también fumigarlo con la misma concentración. En todo caso se deben adoptar medidas adecuadas que eviten la llegada de agua y lejía al cauce.

La normativa sobre especies invasoras asevera que "la introducción puede ocasionar graves perjuicios a la economía, especialmente a la producción agrícola, ganadera, forestal e incluso a la salud pública".