El período hábil para la pesca de la rana común, una de las especies más apreciadas a nivel gastronómico, se extenderá este año a tres meses completos, más concretamente desde el día 1 de julio hasta el 30 de septiembre. La Junta de Castilla y León establece que la talla mínima conjunta de las dos ancas de los ejemplares a pescar será de 19 centímetros. Únicamente se autorizará la captura mediante caña de pesca provista de señuelo artificial. Normalmente se utiliza un trapo rojo. La normativa exige que los "ejemplares deberán sacrificarse de forma no cruenta".