-El pequeño pueblo de Valdavido ha firmado un convenio con la Fundación Oso Pardo. ¿Debe extenderse a otros pueblos de la zona osera?

-Sería lo deseable, hay que dar tiempo al tiempo?y explicar los beneficios potenciales que pueden derivarse de ello. La transmisión de conocimientos lo es todo. Por otro lado, esta es una especie con grandes requerimientos espaciales y por ello el concurso de más pueblos incrementa las posibilidades de asentamiento de la especie.

-Las indemnizaciones por los daños suelen hacerse de rogar y, en casos, se minimizan. ¿Los daños del oso merecen un tratamiento especial por la naturaleza de la especie y su reciente y escaso asentamiento en la zona?

-El sector ganadero no debe ser el pagano de los daños ocasionados a la fauna silvestre, aunque también tienen la obligación de implementar medidas tendentes a minimizar estos daños. Por otro lado, la administración ha de ser ágil a la hora de solventar esta problemática.

-¿Se puede dar por asentado el oso en la zona?

-Como es sabido, el oso estuvo a punto de desaparecer de España hace tres o cuatro décadas, cuando su población no llegaba a los 40 ejemplares, hoy día superan los 250 y el número de cachorros que nacen anualmente es de unos 50 aproximadamente. Todavía no puede darse por asentada pues han llegado algunos ejemplares juveniles dispersantes. Esto sucederá cuando una hembra colonice la Cabrera, lo que es esperable que suceda si el crecimiento de la especie sigue como los últimos años. El asentamiento del oso será mucho más probable siempre y cuando mantengamos y mejoremos un hábitat de calidad para la especie.