Para llevar a buen fin el proyecto se pide que los municipios «elaboren nuevas normas subsidiarias en las que se unifiquen criterios de construcción y rehabilitación para salvaguardar una zona de alto valor paisajístico y urbano». Deberán contar «con la participación de instituciones (ayuntamientos, Diputación, Comisión Provincial de Patrimonio, Parques Naturales?) así como la de académicos, asociaciones y técnicos especializados en el Patrimonio vernáculo de la zona, coordinados a su vez con las personas que conservan los conocimientos ancestrales transmitidos de generación en generación, que lo habitan y mantienen vivo».

También se habla de elaborar un «Manual de Rehabilitación y edificación sostenible y responsable, siguiendo las directrices constructivas realizadas a lo largo de los siglos, dirigida tanto a la población en general, como a promotores que vayan a realizar alguna operación en este sentido». Se pide aplicar «criterios comunes de buenas prácticas y se adaptará a cada zona y población concreta, a sus especificidades identitarias, materiales, bioclimáticas y constructivas».