Un hombre, de 40 años de edad, resultó ayer herido grave al recibir dos cornadas de uno de los toros que participaba en el «espanto» que se celebró en Carbajales de Alba con motivo de la festividad de Nuestra Señora la Virgen de Árboles. La víctima sufrió dos heridas de 30 centímetros en el glúteo derecho con tres trayectorias distintas. Al cierre de esta edición estaba siendo intervenido en el Hospital Provincial «Virgen de la Concha» y su vida no corría peligro.

Según pudo conocer este diario, el herido es un joven guardia civil, natural de Salamanca y destinado en Oviedo, que disfrutaba de la jornada festiva con unos amigos en la Villa. El hombre fue embestido por uno de los cinco astados que se quedó descolgado a la entrada del pueblo cuando charlaba con un grupo de personas junto a una nave próxima al núcleo urbano.

Testigos presenciales aseguraron que «el animal se ensañó con él. Le dijeron "¡cuidado, atrás!" y cuando quiso reaccionar ya estaba encima» siendo muy laborioso «separarlo, ya que además la gente se agolpó y se le unieron otros dos toros más provocándose un caos total».

El rescate del herido fue aún más rocambolesco para los servicios sanitarios que se desplazaron al lugar ya que al revuelo existente se unió uno de los astados que embistió en repetidas ocasiones a la ambulancia que salió del lugar con varias abolladuras. Un equipo médico del Centro de Salud de Carbajales de Alba prestó los primeros auxilios al guardia civil «deteniéndole la hemorragia y estabilizándolo» y se trasladó urgentemente al Hospital Virgen de la Concha.

Salvo este incidente el resto del Espanto transcurrió según lo cánones con la participación de más de 2.000 personas que llenaron la pradera a bordo de coches, motos, quads y caballos.

Como es habitual desde hace más de doscientos años el repique de la campana torera a las cinco de la tarde anunciaba el comienzo del festejo. Cientos de jinetes llegados desde distintos puntos de la provincia se congregaron en Plaza Mayor del pueblo, para dirigirse hasta al corral de «La Cañada», donde tuvo lugar la suelta de cinco toros y cuatro bueyes, que guiados por los caballistas llegaron hasta la era para protagonizar el tradicional «espanto carbajalino».

Los toros, que eran bravos y peligrosos, ya apuntaban maneras desde el comienzo. A pesar de todo dieron «buen juego» e hicieron disfrutar a los aficionados. El alcalde de la Villa, Manuel Prieto, auguraba un espectáculo largo porque los astados «han estado a la altura y han marchado cada uno para un lado, salvo uno de ellos que ya lo hemos encerrado prácticamente enseguida por estar muy cerca de los corrales».

A pesar de la gran afluencia de gente que participaba en el festejo el regidor mostró su malestar por el «gran tumulto que hay en la pradera , sobre todo de vehículos», en torno a los astados.

El evento taurino volvió a ser como cada año uno de los fuertes de las fiestas de Carbajales de Alba, pero no fue el único evento en el día de ayer.

Como cada año el ocho de septiembre, y con motivo de la celebración del día grande de las fiestas, los carbajalinos rindieron tributo a la Virgen de Árboles. A las 12.00 horas en la parroquia de la localidad tuvo lugar la misa en honor a su patrona, una vez finalizada, la imagen de la santa, cargada a hombros por los jóvenes recorrió en procesión las principales calles del pueblo.

Concluida la travesía, las mujeres vestidas con trajes típicos de la zona realizaron la ofrenda floral a la Virgen.

La jornada festiva seguirá durante el día de hoy con la celebración de una eucaristía y a las 18.00 horas habrá un concurso de cortes y al terminar el mismo una suelta de vaquillas al estilo tradicional.

El día concluirá con un animado baile a cargo de la orquesta «Iris».