El gerente del Ecyl rechaza "paguitas vitalicias" y apuesta por programas para "motivar" a los desempleados

Ramos-Catalina explica en las Cortes que el PIE "ha dejado de tener sentido" al existir el Ingreso Mínimo Vital

El Gerente del Servicio Público de Empleo, Álvaro Ramos-Catalina Ysasi.

El Gerente del Servicio Público de Empleo, Álvaro Ramos-Catalina Ysasi. / Ical

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El gerente del Servicio Público de Empleo (Ecyl), Álvaro Ramos-Catalina Ysasi, rechazó hoy “las paguitas” y apostó por programas para “motivar” a los desempleados, como las estrategias elaboradas por la Consejería de Industria, Comercio y Empleo o el programa de formación dual a la carta para las empresas, dotado con 15 millones de euros

Así lo expresó en su respuesta a una pregunta de la procuradora socialista Yolanda Sacristán en la Comisión del ramo de las Cortes en relación con que no se hayan convocado las ayudas al Programa Personal de Integración y Empleo (PIE), “un programa pionero” pactado en 2009 en el seno del Diálogo Social que sustituyó a los itinerarios de empleo.

Ramos-Catalina argumentó que la Consejería que dirige Mariano Veganzones no es partidaria de políticas pasivas de empleo, y subrayó que de 1209 beneficiarios de ese programa solo 230 se reinsertaron en el mercado laboral (19 por ciento) y concluyó que en 2022 no se agotaron los 5,5 millones de crédito por la escasa demanda.

“Ha dejado de tener sentido”, sostuvo, para apuntar que esos beneficiarios tienen el Ingreso Mínimo Vital y la Renta Garantizada de Ciudadanía, ya que el primero llegó a 34.500 hogares y 100.000 beneficiarios, además de ser derechos subjetivos.

"Tampa de la pobreza"

El gerente del Ecyl arremetió contra el Ingreso Mínimo Vital, que calificó como “trampa de la pobreza” por su “fatídico diseño”, afirmó que “cronifica la pobreza” y concluyó que “la paguita no puede ser un sueldo vitalicio” porque “se desincentiva” el empleo. “Hay que motivar el desempleo y abandonar la senda de las prestaciones”, resumió. 

Frente a ello puso en valor las políticas de la Consejería a través de la estrategia de empleo local y social, con programas específicos, o la formación dual a la carta para las empresas, mientras que la procuradora acusó al departamento de Veganzones de eliminar 26 programas pactados en el Diálogo Social que, en su opinión, han dado buenos resultados.

En esa línea, se refirió al Programa Personal de Integración y Empleo (PIE), creado en 2009, para desempleados que habían agotado la prestación por desempleo y no tenían otra cobertura, pero el gerente del Ecyl argumentó que la demanda de ese programa cayó pese a que flexibilizaron los requisitos para su solicitud.

A ello unió que pueden demandar otras ayudas por lo que “ha dejado de tener sentido”, después de que desde 2009 haya beneficiado a 15.964 solicitantes, lo que no compartió Sacristán, que apostó por las políticas activas de empleo. 

Poco después, durante el debate de una PNL socialista, el procurador Fernando Pablos, que pidió crear una bolsa de empleo específica de Orientadores Laborales, rechazado por PP y Vox, lamentó que el gerente del Ecyl hablara en “tono despectivo de paguitas” a las personas sin empleo y sin una cobertura.