La Junta dispondrá el año que viene de los presupuestos con mayor dotación de su historia, con 13.809 millones, que representan un aumento de un 12,35% en relación a los últimos aprobados, los de 2021, y se dirigirán a las familias de la comunidad y a luchar como principal reto contra el “invierno demográfico”. El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y el vicepresidente, Juan García-Gallardo, presentaron ayer las grandes cifras de la región para el próximo ejercicio, las primeras del Gobierno de coalición, tras prorrogarse las de 2021. La Sala de Mapas del Colegio de la Asunción sirvió para escenificar la “unidad” del Ejecutivo PP-Vox, que “ha trabajado con lealtad, con seriedad y con discreción para llegar a este punto en el que nos encontramos”, dijo Mañueco.

Las cuentas del Ejecutivo autonómico, aprobadas en Consejo de Gobierno y que deberán pasar ahora por su tramitación parlamentaria, destinarán el 81% a los servicios públicos esenciales; elevarán un 55% las partidas económicas, hasta 2.534 millones; introducirán beneficios fiscales por 600 millones, con los tributos “más bajos de la historia”; y dedicarán hasta 1.860 millones a las familias, con un aumento del 27%. Las cuentas contarán con un anexo específico de lucha contra la despoblación y durante su tramitación se introducirá una nueva mejora fiscal del 20% en el IRPF para las 31.000 familias numerosas de la comunidad, que “no van a a pagar ni un solo euro en el tramo autonómico”.

La Junta de Castilla y León “sufrirá” como las familias y las empresas el encarecimiento de los suministros energéticos y deberá incrementar la partida para afrontar los costes derivados un 130%. El consejero de Economía y Hacienda de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, precisó que, por ejemplo, el presupuesto para electricidad crece un 53,9%, con 53,6 millones de euros, y el del gas, un 49,5%, hasta los 41.

Austeridad

La austeridad y el control del déficit serán dos características de las grandes cifras para la comunidad, las primeras de la coalición PP-Vox, y contemplan la congelación salarial para su presidente, vicepresidente, consejeros y altos cargos del Ejecutivo autonómico así como los miembros de la Mesa de las Cortes y los procuradores con salario. Además, la emisión de deuda baja un 24% respecto a 2021, de 1.916 a 1.490 millones de euros; y el déficit público se recorta un 67,64%, desde los 633 a los 205,12 millones de euros, lo que supone un “enorme esfuerzo presupuestario” y marca el “camino hacia el superávit”.

El jefe del Ejecutivo regional remarcó que “ha habido un trabajo por parte del vicepresidente y del consejero de Hacienda y de sus equipos” para cerrar estas cuentas, y defendió un acuerdo “muy útil” con el que “hoy ganan las personas y Castilla y León”. El máximo responsable de la Junta sentenció que ayer se dio “un paso al frente en estos meses de legislatura y para llevar ese futuro a lo largo de los próximos años”, en relación a la coalición del Gobierno.

El vicepresidente García-Gallardo incidió, por su parte, en que se trata de los presupuestos “más ambiciosos que ha tenido una autonomía” en apoyo a la familia y la natalidad, y defendió que Castilla y León es, en ese aspecto, “líder indiscutible” en España. Aseveró además que su principal reto es acabar con el invierno demográfico y los bajos índices de natalidad, y afirmó que todos los integrantes del Ejecutivo han asumido ese reto como el “fundamental” y han apostado por las familias como el “pilar del futuro de Castilla y León”. El vicepresidente insistió en que se trata de unos presupuestos de un Gobierno fuerte, en coalición, fruto de un pacto suscrito el pasado 10 de marzo, un “contrato social con todos los castellanoleoneses”. En este sentido, ensalzó que el Ejecutivo PP-Vox tiene una “salud como un roble”.

Diálogo Social

Tanto el presidente de la Junta como su vicepresidente se refirieron al proceso de concertación del Diálogo Social y coincidieron en que CC OO, UGT y CEOE “deberán someterse a criterios de austeridad” como lo ha hecho el Ejecutivo regional en sus cuentas para el 2023 y “todas las organizaciones”. Mañueco y García-Gallardo, incluso el consejero de Economía y Empleo, Carlos Fernández Carriedo, dejaron claro ayer, durante la rueda de prensa que “la austeridad nos tiene que implicar a todos”.

Alfonso Fernández aseguró que 426,63 millones se destinarán para formación, un 23,91%, 15,96 para empresas de economía social, un 57,8% más; y 438 millones para programas de I+D+i, con un avance del 43,29%. El presidente indicó que a competitividad energética irán 51,5 millones, y al mismo sentido para turismo y comercio, 85,24; junto a 126,29 para puesta en valor del patrimonio histórico y cultural.

Mañueco también se detuvo en los servicios públicos esenciales, que absorben 8.630 millones de euros, con un aumento del 10,55%, Sanidad (4.752,31 millones), avanza un 8,9%; Educación (2.614,93), un 10,8%; y Familia e Igualdad de oportunidades (1.263,07), un 16,7%. Estos servicios esenciales absorben el 76,63% del gasto no financiero de las consejerías; y suponen el 87,57% de los gastos de personal, 4.111 millones de euros; y el 94,13 de los corrientes, con 1.832 millones. Precisó que 1.538,34 millones irán para atención primaria, y 2.783,15, para especializada.

La educación escolar, FP dual y universitaria absorberá 2.538,86 millones, 433,60 para funcionamiento de las universidades, y 16 para el programa de gratuidad de libros. En atención a mayores y personas con discapacidad, 275,35 millones van para prestaciones y centros residenciales y de envejecimiento activo, y 191,66 para atención a personas con discapacidad.

Las deducciones en el IRPF se incrementan un 20% para 31.000 familias numerosas

La Junta de Castilla y León elevará un 20% las deducciones fiscales en el IRPF a las 31.000 familias numerosas de la comunidad, con lo que “no van a pagar ni un solo euro en el tramo autonómico” del impuesto, según anunció el vicepresidente Juan García-Gallardo, durante la rueda de prensa de presentación del proyecto de los presupuestos de la comunidad, para 2023.

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ensalzó que las cuentas para el año que viene contemplan los impuestos “más bajos de la historia” de Castilla y León, para apoyar a las familias, las empresas y los autónomos, que se beneficiarán de unas deducciones de 600 millones, el doble que en 2018. García-Gallardo destacó que la Junta de Castilla y León da respuesta a la subida de la inflación y de los costes fijos energéticos de las familias numerosas de la “clase media” subiendo aún más las deducciones fiscales en la comunidad, “sin límite de ingresos”.

Te puede interesar:

Agregó que a esta mejora se irán sumando otras en esa misma línea desde un Gobierno de coalición “pragmático y realista”, que tiene como reto principal revertir el problema de la despoblación y el envejecimiento, del “invierno demográfico”. El vicepresidente incidió en que se trata de los presupuestos “más ambiciosos que ha tenido una autonomía” en apoyo a la familia y la natalidad, y defendió que Castilla y León es, en ese aspecto, “líder indiscutible” en España. García-Gallardo aseguró además que su principal reto es acabar con el invierno demográfico y los bajos índices de natalidad, y afirmó que todos los integrantes del Ejecutivo han asumido ese reto como el “fundamental” y han apostado por las familias como el “pilar del futuro de Castilla y León”, informa la agencia Ical.