La consejera de Educación, Rocío Lucas, aseguró ayer que la supresión de las pruebas de recuperación de la ESO, tal y como recoge el Real Decreto aprobado por el Gobierno, es de “imposible” cumplimiento con un curso académico ya empezado y casi terminado el primer trimestre.

“Una vez analicemos el contenido del decreto y dentro de nuestras competencias, abordaremos todas las mejoras para que el sistema educativo de Castilla y León no se perjudique y seguir apostando por la calidad y por esas pruebas en el contexto en lo que podamos hacerlo”, sentenció. La consejera consideró “muy difícil”, por no decir imposible, de aplicar esa supresión de las recuperaciones este mismo curso. No en vano, precisó que eso requerirá unas adaptaciones curriculares, de programación y de calendario. “Cambiar las reglas del juego una vez empezado el partido desde el punto de vista jurídico y de aplicación va a ser muy complicado”, añadió.