El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, considera que la puesta en funcionamiento de la variante de Pajares de la alta velocidad entre Asturias y León, supone “un paso importante, un gran paso en la cohesión social, territorial y económica” de la comunidad, Asturias y España.
Así lo aseguraba Fernández Mañueco tras participar este lunes en el primer viaje en pruebas con pasajeros por la variante ferroviaria de Pajares, que conectará León y Asturias, junto a la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, y el presidente de Asturias, Adrián Barbón. Así, Fernández Mañueco ha calificado de “obra estratégica” por tres razones, la primera de ellas, por “la competitividad social y económica” ya que permitirá mejora la conexión entre los centros de producción y los puertos, lo que permitirá una mejora de los tiempos y de los costes empresariales. “Hablar de competitividad es hablar de “empleo, de vida y de desarrollo”, mientras que en tercer lugar se ha referido a la apuesta de esta infraestructura por la lucha contra el cambio climático, ya que apostar por el ferrocarril “es apostar por una idea sostenible del transporte de mercancías”. “Es una oportunidad de futuro para el tránsito de las mercancías por Castilla y León, Asturias, Galicia, y toda España y Europa”, ha indicado Fernández Mañueco.
Así, se ha referido a la necesidad de garantizar el transporte de los habitantes del medio rural. “La variante de Pajares será algo especialmente relevante. Es una obra que vertebra nuestra nación, esa España interior por la que tanto peleamos” ha manifestado el presidente de la Junta.
El primer tren en pruebas completó ayer el recorrido de la variante ferroviaria de Pajares, correspondiente a la futura Línea de Alta Velocidad León-Asturias y que incluye un túnel de 25 kilómetros que atraviesa la Cordillera Cantábrica.
El tren, en el que han viajado la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, y los presidentes de Asturias, Adrián Barbón, y Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha completado los 49 kilómetros que separan La Robla (León) y Campomanes (Asturias) en 35 minutos. En la variante de Pajares se han invertido más de 3.700 millones desde 2004 y sus obras acabarán a finales de 2022.
