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Benavente: El Nazareno de la Ermita cuenta con una nueva marcha, cedida por Pablo Toribio y Eugenio Gómez

La composición musical está pensada para armonizar el paso en su desfile procesional por la ciudad

Benavente: El Nazareno de la Ermita cuenta con una nueva marcha, cedida por Pablo Toribio y Eugenio Gómez

La iglesia de San Juan del Mercado acogió ayer la entrega de la Marcha del Nazareno de la Ermita de la Soledad a la Cofradía de la Santa Vera Cruz de Benavente. Una obra realizada por los compositores Pablo Toribio Gil, en colaboración de Eugenio Gómez García y en un acto organizado por la Asociación Cultural San Crispín.

Pablo Toribio, a la izquierda, con José Luis Jiménez, de San Crispín. | E. P.

“A lo largo de los tiempos distintos organistas, ministriles, cantores… hasta las actuales formaciones bandísticas y orquestales han solemnizado la conmemoración de la tragedia divina perpetuando la música en las procesiones de Semana Santa. Esa tradición renovada se construye mediante nuevas sonoridades que mantienen la esencia de las melodías antiguas, y así nació la marcha procesional “Jesús Nazareno de la Ermita de la Soledad”, del sentimiento que produce contemplar el dramatismo del Cristo Nazareno por las empedradas calles de Benavente”, señalan los compositores.

“Nosotros, los compositores Pablo Toribio Gil y Eugenio Gómez García, trabajamos durante semanas cada aspecto sonoro, pues el Santo Cristo Nazareno de la Ermita de la Soledad de Benavente requiere una marcha procesional a la altura de las mejores obras; por ello, hemos trabajamos cuidadosamente cada nota, cada armonía, cada frase, cada matiz, etc”, explican.

La composición se inicia solemnemente con melodías llevadas por los instrumentos de viento metal. Tras los compases iniciales se da paso al tema primero consistente en pequeños fraseos contestados en octava aguda. Seguidamente se inicia una melodía en fortísimo protagonizada por los instrumentos graves. Se trata de un pasaje grandilocuente que busca un culmen emocional sobre el cofrade nazareno. Posteriormente da inicio la sección segunda con un material melódico delicado y emotivo, coloreado por distintos efectos tímbricos. La pieza está pensada, más que para sala de concierto, para armonizar el paso del Cristo Nazareno de la Ermita de la Soledad por las calles benaventanas, comentan los autores.

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