Gadisa, el operador gallego que promueve un hipermercado en la Vía del Canal, finalizó las obras de la infraestructura en junio pero no podrá abrir las instalaciones hasta probablemente pasadas las navidades, según confirmó ayer el director comercial del grupo, Santiago Codesido.

Los técnicos del área de Urbanismo detectaron a mediados de agosto numerosos repises, pequeños hundimientos, grietas y desplazamientos en parte de la urbanización que hasta ese momento no habían aflorado. El estado general de la urbanización llevó al Ayuntamiento a informar al operador de que no podía aceptar la recepción de la obra. La empresa ha decidido por ello encargar una auditoría a una consultora externa y ajena a la constructora y a la dirección de obra para conocer qué pudo ocurrir durante los trabajos y, sobre todo, cuál es el alcance y el coste de los daños. Seguidamente se acometerá la reparación de las deficiencias, que se atribuyen al proceso constructivo.

La construcción del hipermercado en el plan parcial Las Candelas no era sencilla. Gadisa tuvo que contratar un estudio geotécnico debido a las malas condiciones del terreno. Aunque no existe una explicación oficial sobre lo que ha podido ocurrir, en el Departamento de Urbanismo no se descarta que las lluvias y las nevadas del invierno afectasen al proceso de relleno del subsuelo y de consolidación del terreno durante la construcción y los vicios no dieran la cara en la parte posterior de la urbanización hasta hace apenas unas semanas.

En junio el Ayuntamiento debatió con los técnicos de la dirección de obra de Gadisa el formato de las rotondas y de la señalización en la Vía del Canal. El diseño original causaba problemas de seguridad vial porque aunque se había tenido en cuenta la previsión del Plan General de Ordenación Urbana, la disposición de las glorietas estaba pensada para cuatro carriles en toda la Vía del Canal, no solo para un tramo. Esta situación obligó a redefinir la señalización y demoró algunas semanas la apertura que estaba prevista durante este mes o en octubre.

De hecho, según explicó ayer Codesido a este periódico, la empresa llevó a cabo el proceso de preselección y selección de personal confiado en cumplir estos plazos y cerró la selección de cincuenta trabajadores. Aunque según el Ayuntamiento Gadisa hubiera podido instalar la tienda (el interior) porque disponía de las tres licencias desde hacía tiempo, la apertura estaba sin embargo condicionada a la recepción de la obra y una vez superado el problema de las rotondas los técnicos se disponían a emitir el informe relativo a la recepción de la obra (hubiera sido provisional al detectarse pequeñas deficiencias subsanables) cuando descubrieron los daños que han motivado la paralización de la apertura.

El informe de los técnicos municipales, además de pequeñas deficiencias relativas a abastecimiento, saneamiento y jardinería que no hubieran impedido la recepción provisional de las obras, enumera todos los defectos que se encontraron durante una inspección girada el 21 de agosto a la infraestructura.

Hundimientos por repise del firme de los viales en las zonas finales previstas para su prolongación y conexión con sectores urbanísticos colindantes (estos afectan a varias calles e incluso al firme del parque infantil); movimientos de aceras en diversas zonas de la urbanización con desplazamientos horizontales y verticales de las losas con aperturas de la junta de unión de los solados y el bordillo de hormigón; y fisuras y grietas en el asfalto de los viales en varios puntos de la urbanización. Estas son las principales deficiencias detectadas, aunque el informe técnico alude a otros pequeños defectos ya mencionados pero que no hubieran sido óbice para la recepción de la obra.

Los máximos responsables de Gadisa mantuvieron un encuentro con el alcalde hace apenas dos semanas y visitaron la infraestructura, donde pudieron comprobar los defectos que se habían encontrado los técnicos poco tiempo atrás.

Gadisa lleva casi 24 años detrás de consumar este proyecto en Benavente. Este ha sido el último contratiempo al que tendrá que buscar solución. El director comercial del grupo, que impulsó el desarrollo de esta superficie comercial a mediados de la década de los noventa tras un estudio de mercado que indicaba fugas millonarias de ventas de la comarca por falta de una oferta comercial adecuada, explicó que es difícil aventurar cuál es el alcance de los daños, razón por la que se ha encargado una auditoria al margen de la empresa que ha construido y de los técnicos que han dirigido la obra.

Esta auditoría tendrá que determinar sí los repises han afectados a las conducciones básicas y a las canalizaciones de algunos servicios, y cuánto tiempo llevará realizar los trabajos de reparación.

"Va a ser muy difícil que abramos en navidades", explicó el responsable comercial del grupo gallego, aunque todo dependerá del alcance de los daños que se han producido durante la construcción. La inversión realizada ronda los 6 millones de euros.

Fuentes municipales explicaron que la posición del Ayuntamiento con respecto a este proyecto "y frente a todo tipo de rumores interesados e intencionados ha sido siempre de máxima colaboración, como prueba el hecho de que se concedieron las tres licencias a la vez y el diálogo ha sido fluidos y constante".