La vuelta de las hoces y los rastrillos

Cuando se dice que las nuevas generaciones vienen pisando fuerte es porque no conocen a los descendientes de San Pedro de Zamudia. Este grupo nacido en 1997 no sólo pisa con fuerza, con el ímpetu que da la recién cumplida mayoría de edad, sino que además lo hacen con hoces y rastrillos, en homenaje a sus antepasados.

Se trata de una iniciativa que consiste en acondicionar una era del pueblo para celebrar en ella la segunda jornada de convivencia al aire libre, que tendrá lugar el próximo fin de semana. "La Zamudiada", como se denomina el evento, comenzó a realizarse en el año 2012 y busca aglutinar no solo a los vecinos del pueblo, sino a los que de él descienden y ahora viven en otros municipios. El verano y en especial el mes de agosto atrae a aquellos que tuvieron que emigrar por casusa laborales, personales o de cualquier otra índole y el reencuentro siempre sabe mejor si se acompaña de una buena comida, como la que disfrutaron en un restaurante de Pueblica de Valverde hace tres años.

En 2013 la cosa no salió adelante y el año pasado se celebró la primera "Zamudiada" al aire libre, que este año alcanza su segunda edición.

Los jóvenes que acondicionan la era son los hijos e hijas de quienes organizan la comida popular, a la que suman juegos, barra de bar, música de charanga y todo aquel toque festivo que amenice la jornada.

"Queremos que crezca el apego por su pueblo", indica Laudi, una de las madres organizadoras, que junto a las quintadas de los años `60 y `70 quieren ser ejemplo de compañerismo en la localidad y esperan que el relevo generacional continúe colaborando en esta iniciativa a la que puede asistir todo el que quiera.