La Semana Santa ha tenido que ser suspendida por segundo año consecutivo en este ejercicio 2021. Con gran pesar, pero conscientes de las circunstancias, las cofradías de capital y provincia decidieron prácticamente durante las Navidades de 2020, y ante el escenario que estaba por llegar, que lo más prudente debía ser aplazar una vez más los desfiles procesionales, lo que se tradujo en un hecho histórico. Y es que, hasta la fecha, no existían precedentes de dos años seguidos de suspensiones como los que Zamora ha tenido que hacer frente en esta historia reciente.

Acto litúrgico de Nuestra Madre de las Angustias

Los desfiles no pudieron salir a la calle en 1837, tras la llegada de los liberales al poder, pero este paréntesis solo duró un año y afectó a la cofradía de Jesús Nazareno (aunque es cierto que es la única que conserva documentación de entonces, por lo que seguramente afectara a todas las hermandades entonces registradas). En 1933, en la II República, la Junta de Cofradías suspendió los desfiles, que volvieron a las calles en 1934. Tampoco hubo Semana Santa con procesiones en 1936, en plena Guerra Civil, aunque sí en el año 1937.

Ahora, la Zamora semanasantera mira con optimismo a la próxima Pasión, que puede ser la de la recuperación de los desfiles. Por lo pronto, en este 2021 sí que se han celebrado los actos litúrgicos asociados a los días previos y posteriores a la Semana Santa por parte de las cofradías, que en sí mismos son el espíritu de la celebración. No obstante, la economía y la actividad de la ciudad requieren la recuperación de las procesiones y de la normalidad cuanto antes. Que así pueda ser.