La hostelería ha sido la gran demonizada de la pandemia. Pero a pesar de ello, en un año fatídico de cierres, restricciones, cancelaciones, miedo e incertidumbre, Zamora ha brillado en medio de la oscuridad por su excepcional saber hacer en los fogones reivindicándose como una provincia para comérsela.

Desde hace quince días, una estrella bordada corona la chaquetilla que viste Luis Alberto Lera. Este zamorano de 44 años, creador del Restaurante Lera en Castroverde de Campos, entra en el olimpo de las estrellas Michelin por partida doble: con una estrella Michelin en reconocimiento a su extraordinaria cocina de caza; y con una estrella Verde por el compromiso de su templo de gastronomía cinegética con la sostenibilidad. “Yo no cogí este oficio para ganar dinero, sino para ser feliz”, comentaba en una reciente entrevista. Su compromiso con la tierra que le vio nacer y su apuesta por la búsqueda de la cocina más popular y primitiva son las señas de identidad de una cocina que no deja indiferente a nadie gracias a su autenticidad a base de productos de cercanía.

Luis Alberto Lera y su madre Mónica Collantes en el restaurante Lera, estralla Michelin

A poco más de treinta kilómetros de Castroverde, otro cuerpo celeste del universo gastronómico se ilumina custodiada entre los muros centenarios de la “huerta de los Salados”, una casa señorial antigua propiedad de unos marqueses. Allí, además de deslumbrar con sus dos soles de la Guía Repsol, el restaurante El Ermitaño de Benavente reluce su renovada estrella Michelin. Una recompensa a las habilidades culinarias de los hermanos Pedro Mario y Óscar Manuel Pérez que pone de nuevo a la ciudad y comarca benaventana “en el candelero de la gastronomía”. Como destacan desde la famosa guía de los neumáticos Michelin, estos dos hermanos “buscan la felicidad en las cosas pequeñas y afirman cocinar lo que son”, fieles a su historia, herencia y personalidad.

El Ermitaño de Benavente renueva su estrella

Quien no tiene estrellas Michelin pero brilla con luz propia es Aurelia Matellán, recién galardonada con el Premio Nacional a la Mejor Empresaria Hostelera en reconocimiento a su meritoria trayectoria al frente de Casa Aurelia, en Villaralbo. Una distinción que se suma a los éxitos cosechados en los últimos meses como el premio a la Dedicación Empresarial de la Cámara de Comercio de Zamora o el título de embajadora de Villaralbo, todos ellos catapultados por su pizpireto paso por las cocinas de Masterchef. Durante sus numerosas participaciones en el popular concurso de Televisión Española, la veterana hostelera alistana conquistó al público, al jurado y a los aspirantes al tiempo que ensalzó con el desparpajo que le caracteriza la gastronomía y los Alimentos de Zamora, en especial los garbanzos de Fuentesaúco y el lechazo con su popular caldereta “a rajatabla” que se puede degustar en el restaurante villaralbino.

Aurelia estrella televisiva de Masterchef y Premio Nacional de Hostelería.

Los continuos laureles a vinos, quesos, aceites, mieles de la provincia e incluso quesos elaborados con leche de burra de raza zamorano-leonesa, han vuelto a poner de manifiesto la buena salud gastronómica de la que goza Zamora, tierra que ya cuenta con dos estrellas más en el cielo: María, “La Salada”, de Villardeciervos, referente de la cocina tradicional; y Erundina López, matriarca del restaurante La Chopera ubicado en El Puente de Sanabria.

Fotografía retrospectiva de María, "La Salada"

En este sentido, como recordaba un editorial reciente de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA titulado “Sin campo no hay estrellas Michelin”, la excelencia culinaria de la provincia va siempre de la mano de un producto de calidad y de proximidad. “La actividad ganadera y agrícola del entorno se revelan, una vez más, como el motor inicial de una cadena cuyo eslabón final lo conforma el talento culinario capaz de convertir la rica materia prima en exquisitos manjares” y hacer de Zamora un firmamento de estrellas de la cocina.