Este 2020 ha sido un año para olvidar, pero también para recordar. Un año en el que nos hemos tenido que enfrentar todos a una situación inédita, que nos ha golpeado con dureza, que ha causado sufrimiento en cientos de familias de nuestra provincia, a las que mando toda nuestra fuerza y cariño.

Decía que un año para olvidar, pero también para recordar lo que hemos sido capaces de realizar cuando trabajamos juntos. Las entidades locales y, por supuesto, también las diputaciones somos las instituciones más cercanas a los ciudadanos y que, por tanto, más capacidad de reacción tenemos.

Desde el inicio de la crisis tuvimos como prioridad poner todos los recursos de esta institución al servicio de los ciudadanos: ser útiles y eficaces para ayudar a paliar, en la medida de nuestras posibilidades, las consecuencias de la crisis sanitaria.

Desde nuestros Centros de Acción Social (CEAS) se hizo un esfuerzo importantísimo para continuar atendiendo a los usuarios de los pueblos de la provincia, realizándose hasta 400 llamadas de seguimiento diarias. En su mayor parte, a población mayor y vulnerable.

Los trabajadores del Parque de Maquinaria de la Diputación de Zamora se ofrecieron voluntarios y realizaron un esfuerzo ejemplar para llevar a cabo más de 5.000 actuaciones de desinfección en los pueblos de la provincia.

Pusimos nuestras instalaciones e infraestructuras al servicio de las autoridades sanitarias y de organizaciones como Cruz Roja, que fijó su sede logística temporal en el recinto ferial de Ifeza.

Intentamos ayudar a los sectores que peor lo estaban pasando durante los momentos más duros de esta pandemia, que aún no ha acabado, como son autónomos y pymes. Y seguimos promocionando nuestra provincia como un lugar donde residir y trabajar, disfrutando de calidad de vida.

Nos propusimos, además, seguir trabajando por nuestra provincia en el desarrollo de proyectos que consideramos prioritarios para su futuro: la Silver Economy, la compra y cesión de los terrenos para la futura biorrefinería de Barcial del Barco, la mejora de la accesibilidad a internet en nuestra provincia o la creación de una Parque Científico en La Aldehuela.

Con nuestros aciertos y con nuestros errores, intentamos cumplir con nuestra obligación, que no es otra que atender las necesidades de nuestros vecinos.

Es el momento de encarar el próximo año con esperanza. Parece que la vacuna pronto será una realidad y nos permitirá volver a la normalidad. Mientras, sigo pidiendo a nuestros vecinos prudencia, paciencia y respeto a las medidas sanitarias para que todos juntos podamos superar esta difícil prueba.

Mucha salud y Feliz 2021