La Sociedad Española de Oncología Radioterápica recomienda que haya un acelerador lineal, con menos de diez años de antigüedad y bien dotado por cada 142.857 habitantes (es decir, siete unidades por millón de personas), ratio con la que la existencia del servicio en Zamora estaría más que justificada, ya que la provincia tiene 42.000 personas más de la que marca ese límite.

Los profesionales explican que la radioterapia "cura el cáncer, evita mutilaciones, ayuda a cronificar la enfermedad metastásica y supone el tratamiento fundamental en la paliación del enfermo oncológico", por lo que desde la Sociedad de Oncología Radioterápica, "consideran urgente adoptar medidas de carácter legislativo que salvaguarden la calidad de la asistencia que recibe el paciente de cáncer en España".

Unas recientes cifras publicadas por la Junta de Castilla y León con respecto a la dotación de aceleradores lineales en los distintos hospitales de la Comunidad indican que hay en Castilla y León trece aparatos de este tipo, la mayoría en la sanidad pública, aunque muy mal repartidos entre las provincias, ya que Valladolid tiene cinco (tres de ellos en hospitales públicos), Salamanca tres, Burgos y León dos, Zamora uno y el resto de las provincias, es decir, Ávila, Palencia, Segovia y Soria, ninguno. Por tanto los pacientes con cáncer de estas provincias tienen por fuerza que trasladarse a otras vecinas para recibir tratamiento.

Haciendo una media la provincia mejor dotada es Salamanca, que cuenta con un acelerador lineal por cada 114.000 habitantes. Valladolid, si se cuentan las dotaciones públicas y privadas, quedaría con un acelerador por cada 105.000 y si se analizan solo los equipamientos de Sacyl saldría a un equipo de radioterapia por cada 175.798 habitantes. En Zamora hay uno para 184.174 habitantes, en Burgos uno por cada 181.456 y en León uno por cada 240.165. Hay que tener en cuenta que los pacientes del resto de las provincias tienen que estar atendidos por los mismos equipos que funcionan en territorios limítrofes.

En todo caso y según las recomendaciones de la Sociedad de Oncología Radioterápica, por población estaría justificado montar un acelerador lineal en cada una de las provincias a las que les falta, es decir, Palencia, Segovia y Ávila, mientras Soria sería la única que quedaría con un número de población insuficiente, aunque seguramente habría que valorar también criterios de cercanía.

En todo caso la Junta de Castilla y León no parece estar por la labor de montar unidades de radioterapia en provincias como Ávila o Segovia que las están demandando. Aunque el consejero de Sanidad se escudó en un estudio global que está realizando sobre la planificación regional de la Radioterapia antes de tomar una decisión definitiva.

Bien es cierto que tanto el delegado territorial de la Junta en Zamora, Alberto Castro, como el gerente de Sacyl, Francisco Javier Montes, realizaron una defensa contundente tanto de la actividad como de la calidad del servicio de Radioterapia del Hospital Provincial.