Entre los anuncios del presidente de la Diputación de iniciativas que ya se están preparando para un posterior desarrollo futuro está la dotación de 21.000 euros para contratar a una empresa que ayude a los pueblos con problemas de ruidos a realizar el obligatorio control acústico. «Ojalá hubiera ruidos» replicó un alcalde al escuchar tal iniciativa, consciente de que el problema del mundo rural suele estar más relacionado con el silencio excesivo por falta de actividad que por lo contrario. Asistencia a municipios también se está preparando para poder dar asesoramiento a los ayuntamientos que así lo demanden sobre los expedientes de declaración de ruina de casas en los cascos urbanos, así comos derribos si no los ejecutara el titular del inmueble, ya que normalmente los consistorios no tienen capacidad para abordar estos aspectos y la Diputación podría hacerlo de forma subsidiaria. El vicepresidente, Aurelio Tomás, aseguró que se van a atender todas las obras o suministros relacionadas con problemas de abastecimiento de agua en los pueblos.