La puertorriqueña Myrta Fariza, de 58 años, una de las siete personas que tomó el Alvia descarrilado en la estación de Zamora junto a su marido Robert, no ha sobrevivido a la fuerte contusión en la cabeza que le arrancó el cuero cabelludo y a la presión sufrida por la cantidad de maletas y cuerpos de otros viajeros que cayeron encima de ella en el momento del accidente.

A las 8.30 horas de ayer una de sus hijas, Dominique Fariza, informaba a sus familiares del fallecimiento de su madre en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago, según publicaba la web de noticias latinoamericana Primerahora.com.

Un familiar cercano informaba también a esta página web que «anoche se puso muy mal y los médicos le explicaron a sus hijas que no podían hacer nada más por ella». Tras conocerse la trágica noticia, el resto de los familiares comenzaron a reunirse en la casa de una sobrina en la ciudad de Moca, tierra natal de la fallecida, a la espera de que Robert y sus tres hijas vuelvan con el cuerpo a Puerto Rico para darle su último adiós.

Myrta y Robert Fariza son dos de los cuatro pasajeros que tomaron el tren a Santiago de Compostela desde la estación de Zamora y con la muerte de la mujer la cifra de fallecidos en este accidente ferroviario ya alcanza las 79 personas.

La pareja se encontraba en Europa porque el pasado 12 de julio habían celebrado la boda de su hija Jiselle Fariza en Roma. Tras pasar unos días con unos familiares en Valladolid se dirigían a la capital gallega para disfrutar de la festividad de Santiago Apóstol antes de volver a su trabajo el 6 de agosto, ya que la puertorriqueña afincada en Houston, era muy religiosa.

Su marido y sus hijas estaban muy esperanzados y volcados en la recuperación de la matriarca de la familia. El sábado su hermana confiaba en que Myrta mejorara, ya que los médicos les habían informado de que «su corazón estaba respondiendo bien y había movido sus piernas». Dos días después del accidente, uno de sus yernos, Brian Buerkett, había creado una página de apoyo a la puertorriqueña en Facebook, que solo en dos días rozaba los 1.000 seguidores y donde las muestras de cariño y apoyo a la familia ha sido continuas.

En esta misma plataforma su yerno informaba de los avances médicos de la trabajadora social. Al conocerse el fallecimiento publicaba: «Realmente hemos perdido a una persona maravillosa y el cielo ha ganado un ángel». Los mensajes de apoyo a la familia no se hicieron esperar: «Dios les dé consuelo y fuerza», «Lamento mucho escuchar la noticia. La familia Fariza estará en mis pensamientos y oraciones», comentaban decenas de personas en la red social.

Además, Brian Buerkett acababa de crear también una web de donaciones para ayudar a cubrir los gastos de desplazamiento de la familia Fariza a España y para la posible recuperación de la fallecida. Al cierre de la edición de este periódico ya alcanzaba los 3.000 dólares.

Myrta Fariza era trabajadora social y vivía en Houston junto a su marido Robert, jubilado de una empresa farmacéutica. Familiares y amigos la definían como una mujer «dinámica, siempre pendiente de toda su familia, que continuamente estaba resolviendo los problemas de todos y nunca dejaba de ayudar a los demás». Tanto es así, que la propia Myrta ya había creado, hace un año, una web de donación para ayudar a su esposo, enfermo de leucemia, con los gastos médicos que tenían que afrontar para su tratamiento.

CONDOLENCIAS DESDE LA RED

María Esperanza Moríñigo Gregorio (Salamanca, 1946)

Residente en La Coruña, esta salmantina compró el billete para regresar a casa tras visitar a su madre, que vive en una residencia de Santa Marta de Tormes. Fallecida.

María Andrea Hernández Miguel (Zamora, 1938)

Natural de El Perdigón, vivía en Madrid desde hacía años. Allí cogió el tren para visitar a su familia en Villagarcía de Arosa. Fallecida.

Manuel Nieto Coscarón (Zamora, 1934)

Jubilado del Banco Herrero, este zamorano salió de la estación de la capital para pasar unos días de descanso con un familiar en La Coruña. Viudo desde hace años, tenía tres hijos y una hija. Fallecido.

Myrta Fariza (Puerto Rico, 1955)

Residente en Houston, se encontraba de vacaciones con su marido, Robert Fariza, en España y cogió el tren en la estación de Zamora para visitar Santiago de Compostela antes de regresar a Estados Unidos. Gravemente herida tras el accidente, fue trasladada al Complejo Hospitalario Universitario de Santiago. Fallecida.

Robert Fariza (Puerto Rico)

Esposo de Myrta, este jubilado logró salir por su propio pie después del accidente, a pesar de sufrir una fractura de cadera y numerosos golpes. La familia había viajado el sábado a España para estar con el matrimonio.

Estrella Legaz Bursut (Argentina)

Se subió al tren en la estación de Puebla de Sanabria. Había ahorrado dinero para este viaje a España. El accidente le ha provocado la rotura de cinco costillas, tiene el pulmón perforado y un neumotórax. Está a la espera de una operación de sus dos húmeros en el hospital de Montecelo, en Pontevedra.

Óscar Mateos González (Cáceres)

Este guardia civil hacía el camino de Santiago en bicicleta y cogió el tren en la estación de Puebla. Ayudó a salir del lugar del accidente a Estrella Legaz.

Cristóbal González Rabadán (Sevilla)

Guardia civil que realizaba el camino de Santiago. Cogió el tren en Puebla. Con fracturas en costillas y codos y rodillas magulladas.