La primera fase del Zamora Románica, que culmina en junio de este año, ha permitido que zamoranos y visitantes hayan conocido los templos durante la ejecución de los trabajos a través de la iniciativa «abierto por obras». Más de 5.000 personas han descubierto las iglesias románicas desde esta nueva perspectiva, de ellas, 1.500 lo hicieron en San Cipriano.

La alcaldesa recalcó «los más de 6 millones de inversión del proyecto y los 200 puestos de trabajo creados», a la vez que subrayó el «ejemplo de implicación de todas las instituciones para sacar adelante un proyecto que tendría que marcar una forma de trabajar, sobre todo, en patrimonio».

La alcaldesa se mostró ayer orgullosa de un proyecto que convierte a Zamora «en la ciudad con mayor concentración de románico mejor conservado dentro de su casco urbano» e instó a la Junta de Castilla y León a «insistir en la difusión del patrimonio una vez concluidas las obras materiales». A juicio de Sáiz, «hay un antes y un después en la ciudad de Zamora desde el punto de vista de su patrimonio» y, en este sentido, afirmó que se ha «consolidado un producto nuevo que es cultural pero que también es turístico, y que se trata del Zamora Románica». La ciudad se ha convertido en un «monumento visitable» gracias a este proyecto, que responde a esa «nueva visión sistémica, territorial, que en algunos casos abarca zonas enteras como el románico norte de las provincias de Palencia y Burgos y en otros como Zamora, donde la concentración de bienes monumentales interesantes es característico de la ciudad», explicó ayer el director general de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León minutos antes de la visita a la iglesia de San Cipriano, ya culminada.