Medio centenar de personas acompañaron ayer por la tarde a la Virgen de la Peña de Francia, quien salió en procesión junto a decenas de zamoranos y con la presencia de autoridades como el presidente de la Cofradía, Lorenzo Granados y la alcaldesa de la ciudad, Rosa Valdeón.

Encabezaba el recorrido un niño, David, que no superaba los cinco años. En sus pequeñas manos llevaba el estandarte de la banda de música de la Cofradía Jesús Nazareno Villaralbo, que fueron los primeros en convertir las partituras en melodías del estilo de la Semana Santa. A continuación estaba la banda de música del maestro Nacor Blanco, grupo que tocó el himno de España para recibir a la Virgen, cuando ésta salía por la ermita de la Peña de Francia y acto seguido, en fila y por parejas, 23 féminas (entre mujeres y niñas) vestidas con el traje regional de Zamora.

La inmaculada llevaba un manto blanco con pequeños detalles bordados y un centro de flores en la parte delantera. Fue portada a hombros de cuatro hombres, a quienes seguían las autoridades y el resto de zamoranos devotos que con rosarios, mantones y velas recorrieron diversas calles de la capital para finalizar de nuevo en la ermita.

El tiempo estaba fresco porque hacía mucho aire, pero la Cofradía de la Peña de Francia tuvo en cuenta la climatología y facilitó a los asistentes un cubo hueco donde albergar la llama de las velas azules. En el cuadrilatero podía leerse una oración y verse una imagen de la Virgen en relieve azul sobre fondo blanco. El recorrido comenzó cinco minutos antes de la hora prevista (ocho de la tarde) y tras finalizar la procesión el grupo de bailes y danzas «Doña Urraca» amenizó el ocaso del sol a los asistentes con canciones tradicionales.