La iniciativa de una veintena de profesores del Conservatorio Profesional de Música de Zamora, involucrados en cursos del Centro de Formación e Innovación Educativa sobre música de cámara y jazz, ha posibilitado que ayer 500 alumnos de Primaria de distintos colegios de la capital, Benavente y Bermillo de Sayago se aproximaran a la música. «Queremos también dar a conocer la labor pedagógica y social del conservatorio en la ciudad», testimonia la jefa de estudios del centro, Rosana Mangas.

Durante los conciertos los profesores cambiaron su rol habitual para adoptar el de instrumentistas para tocar «El concierto de los animales», de Camilo Saint-Saëns. La pieza, compuesta hace más de un siglo, «intenta asemejar un animal con un instrumento» y sus breves fragmentos posibilitaron que los niños no perdieran la atención.

Cada actuación comienza con una introducción por parte de una narradora que presenta cada especie y cada sonido instrumental. «Oíd como picotean las gallinas», les decía a los niños Mercedes Lorenzo mientras sonaba el piano y luego, el oboe. El violín, la viola, el violonchelo, la flauta, el clarinete, el saxofón, el fagot o el xilófono coparon las miradas de los pequeños. «Quizá los que más les llaman la atención son el saxofón y el chelo», reconoce Rosana Mangas. El director del centro musical, Krzysztof Kossakowski, se congratula de que en esta edición vayan a participar un total de «2.000 alumnos de toda provincia», incluso se desplazarán escolares de la Alta Sanabria, y «el número de conciertos alcance los ocho». Otra de las novedades reside en las dobles actuaciones de jazz, los lunes 19 y 26 de abril. También volverá los sones clásicos con dos pases, el día 30 de abril y con uno, el 7 de mayo.

Chelo Rivera, profesora de música en el colegio Sancho II, remarca que «se trata de una oportunidad muy buena para que los niños oigan música en directo». Su compañera del colegio de Bermillo, María Vasco, acudió con 55 escolares del primer y segundo ciclo de Primaria. El centro sayagués se sumó a la propuesta, tras haber acudido a otros conciertos similares el curso pasado. «La música tiene mucha importancia en nuestro plan de estudio», comenta la maestra. «Es una hora de concierto, pero lo hacen muy pedagógico y ameno para los niños», señala Ignacio Ferrero, profesor del colegio de La Villarina. Una de sus alumnas, Érica Ramírez, de 9 años, explica que ha sido una actividad «muy divertida» y lo que más le ha gustado «ha sido el violín». Además, los asistentes se fueron con deberes para sus clases, puesto que la organización ha editado una guía didáctica para que conozcan los instrumentos y quizá alguno opte por estudiar en el Conservatorio.