Muchos toresanos se han sorprendido en los últimos días al comprobar que la estatua de piedra situada en una esquina de la plaza de San Francisco y dedicada a Pedro Celestino Samaniego luce sin cabeza. La imagen que presenta la estatua no es consecuencia de un acto vandálico, como muchos temieron en un principio, sino de un "incidente desafortunado" que se produjo el pasado martes durante la suelta de vaquillas. El concejal de Seguridad Ciudadana, Samuel Bonis, explicó que durante el festejo una de las vaquillas "metió la cabeza" entre las talanqueras, lo que provocó que el público que seguía la suelta se asustara al pensar que el animal podría escaparse. Esta situación provocó una "estampida" del público y un joven se encaramó a la estatua dedicada a Pedro Celestino Samaniego, buscando un lugar seguro. "Sin pensarlo", el joven se subió al busto de piedra, pero al agarrarse a la cabeza para ponerse a salvo de la vaquilla, esta cayó al suelo.

Consciente del daño causado y en un gesto aplaudido por muchos, fue el propio joven quien acompañado de un amigo, trasladó la cabeza de la escultura a las dependencias policiales. Destacó Bonis que el propio joven ha reconocido que no fue una buena idea encaramarse al busto, pero ante una situación de "pánico", no pensó en las posibles consecuencias ya que solamente intentaba ponerse a salvo de la vaquilla. El Ayuntamiento se ha hecho cargo de la custodia de la cabeza del busto dedicado al que fuera deán de la catedral de Zamora.