Miguel Ángel Lorenzo es informático de profesión, pero un apasionado de los dardos. A este deporte se dedica Lorenzo en sus ratos libres tanto como miembro del club de dardos toresano Toros Lokos como en el club Dardoka de San Sebastián. Recientemente, el toresano ha participado en el campeonato del mundo NDA en Las Vegas.

-¿Cómo empezó su afición por el mundo de los dardos?

-Empecé a jugar hace años en el discobar D'Copas, donde trabajaba y había una diana. Empezamos a jugar los viernes por la noche cuando no había gente y, al final, jugaba el viernes y el sábado. Así empezamos a coger un poco de afición y empezamos a ir a jugar a Zamora un día a la semana, luego fueron dos días. Después aparecieron las máquinas para poder jugar por Internet a través de toda España. Luego he participado en competiciones tanto a nivel de Zamora como a nivel nacional. Incluso, he jugado en algunas competiciones a nivel internacional, pero casi todas han sido online.

-¿Cuál es la diferencia entre jugar de forma física o en línea?

-De forma física, yo tengo que estar, evidentemente, jugando con otra persona en la máquina. La virtual es a través de Internet, pero la técnica es exactamente igual, lo que pasa es que, a lo mejor, la presión no es la misma porque estás jugando con gente que no está a tu lado. Se trata de una diana que va conectada a Internet a través de placas y sensores y manda la información al ordenador.

-Entonces, ¿es una afición que prefiere vivir de forma física junto a otros jugadores o le gusta más jugar a través de Internet?

-Es distinto porque, por ejemplo, muchas de las competiciones online son para jugar a modo de entrenamiento, juegas tú solo contra ti mismo para hacer la mayor puntuación posible. No es lo mismo jugar tú solo tranquilamente y todo el tiempo que quieras que jugar una competición contra otro porque sabes que solo tienes dos oportunidades y ganas o te vas para casa.

-¿Qué diferencias encuentra entre la diana y otros deportes?

-Este es un deporte bastante psicológico. También puede llegar a ser físico porque hay campeonatos y torneos que duran dos o tres días "a piñón", a lo mejor empiezas una competición a las diez de la mañana y acabas a las cinco de la madrugada. Entonces, al llegar a estar jugando doce horas casi consecutivas, evidentemente, hay movimientos de brazo o posiciones de espalda con las que te puedes llegar a lesionar. Psicológicamente, no es lo mismo estar completamente fresco, que tiras bien, a estar ya cansado.

-¿Cree que en Toro hay mucha afición a los dardos?

--Hay, pero tampoco está destapada, por decirlo de alguna manera. Pasa como con todo, para jugar a los dardos, necesitas dinero. No es lo mismo jugar en casa tú solo, que te acabas aburriendo, que en los bares, donde vas, te tomas algo y estás jugando. Claro, no es un deporte gratis porque hay que echar uno o dos euros para jugar una o dos partidas. Es un deporte caro.

-¿Nota la diferencia de afición entre Toro y San Sebastián?

-Yo creo que, a nivel de gente, no. En San Sebastián, al ser una ciudad más grande, siempre tienes gente para jugar o, incluso, en Zamora. Además, esto funciona por operadores y casi todos jugamos casi todo, pero hay mucha gente que juega "radikal", otros sólo juegan "fénix" y luego suele haber unas tres o cuatro categorías y, en ese sentido, hay bastante diferencia. Se aprende jugando con la gente que es muy buena y a base de que te machaquen.

-¿De qué manera podría fomentarse la afición en Toro?

-Siempre se pueden hacer competiciones libres. Igual que tienen un futbolín en un bar y ellos tienen beneficio económico, las empresas, al fin y al cabo, quieren sus beneficios. También se pueden hacer torneos solidarios, en San Sebastián hicieron uno para comprar comida y demás, pero se tiene que poner el operador, ceder las máquinas para jugar, que el de el bar deje el sitio y tener conexiones si juegas por Internet. Pero, para fomentar la afición, sobre todo, tiene que juntarse gente para jugar porque no es lo mismo jugar solo en casa a estar con más gente.

-¿Cómo surgió la creación del club Toros Lokos y qué actividades llevan a cabo?

-El club, como tal, nació hace dos o tres años, pero nosotros llevamos jugando cinco o seis años. En principio, sólo jugamos para representar a Toro en competiciones fuera de aquí, tanto en Zamora como en otros lugares. Todos los años intentamos ir a Madrid también. Sobre todo, utilizamos la sede como un punto de reunión y para entrenar esporádicamente.

-Recientemente ha participado en una competición en Las Vegas, ¿cómo fue la experiencia?

-Participé con el equipo de San Sebastián. Ganamos una competición en San Sebastián, fuimos a competir a Madrid y, dentro de los tres niveles, nos tocó en el nivel 2 y mi equipo ganó la competición. El premio era ir a competir a Las Vegas, donde nos jugamos en la máxima categoría mundial contra unos alemanes, unos franceses y unos estadounidenses, jugadores que eran más que profesionales. Nos tocó un nivel muy grande.