Frank Owen Gehry, nacido con el nombre de Ephraim Goldberg en Toronto (1929), es hijo de emigrantes judíos que dejaron Polonia para instalarse en Canadá y mudarse más tarde a Los Ángeles. Vendió periódicos, condujo camionetas de reparto y fue un brillante estudiante de arquitectura. Cursó también urbanismo en la Escuela de Diseño de Harvard, donde sería profesor años después.

Con su primera esposa y dos hijas se trasladó a París donde trabajó en el estudio de André Rémonder . Allí permaneció un año, durante el que estudió las obras de Le Corbusier y otros arquitectos, así como las iglesias románicas. De regreso a Los Ángeles, abrió su propio estudio. Gehry explicaba en una entrevista su proceso creativo, y lo hacia con una metáfora musical, su otra pasión. «El otro día escuché a la Sinfónica de Los Ángeles, dirigida por Dudamel, su titular, interpretando el Réquiem de Brahms. Dudamel dirigió sin partitura, a pesar de que era la primera vez que afrontaba esta pieza. Le pregunté: ¿Cómo lo haces? Y me respondió: «Sigo la música». Eso mismo es lo que yo hago.