Apuntes y dibujos de la Semana Santa realizados por el zamorano Sergio Ramos ilustrarán la contraportada de diario durante los días de Pasión.

-¿Cómo surge su relación con la Semana Santa?

-Desde mi niñez. Mi familia es muy semanasantera y es algo que nos han inculcado. Desde niño íbamos a ver las procesiones con mi abuelo y mis tíos, en familia. Esperamos en primera fila y bailábamos al compás que marcaban las bandas. En casa de mi abuela jugábamos con las cruces de Jesús Nazareno y hacíamos procesiones con los Playmovil.

-La plástica está muy unida a la Pasión.

-La Semana Santa de Zamora tiene una plástica que a aquellos que sentimos una atracción por el arte nos llama la atención. Mis primeros dibujos están vinculados a la Semana Santa y gracias a ella, sin duda, comienza mi pasión por el arte.

-Una querencia que poco a poco va aumentado y materialializándose?.

-Sí. En mi primera exposición tuve muy claro que tenía que estar presente la Semana Santa porque es algo que en Zamora se vive muy intensamente, son mis raíces y es una temática que pinto de manera recurrente. Para mi última exposición, que ha podido verse en el Colegio Universitario gracias a la comisaria Marta Ratón, también quise exhibir apuntes y mi reinterpretación de la Pasión.

-Ha ilustrado el cartel anunciador del novenario de Nuestra Madre.

-Es una reinterpretación del paso. Es muy difícil cuando haces un cartel llegar a todo el mundo. He huido de lo convencional, he optado por una línea más artística. También ilustré el cartel de la Exaltación de la Cruz del pasado año. Fue un encargo que me hizo la cofradía y para mi fue un honor. De hecho, tenía varios bocetos de años anteriores que me sirvieron para el trabajo que hice y también efectué el cartel de la Cofradía de la Concha del año 2015.

-¿Qué supone que cofradías confíen usted?

-Yo creo que hay que apostar por la nueva sabia y es un gran reto. Mis obras deseo que no dejen indiferente al espectador.

-¿En qué línea van los dibujos que podrán verse los días de Semana Santa en la contraportada del diario?

-Hay un poco de todo. Desde apuntes a dibujos muy sencillos hechos a lápiz, hasta acuarelas e incluso alguna obra en óleo donde fijo mi atención en distintos aspectos de los desfiles, desde los cofrades, el ambiente o las imágenes. Son obras hechas en los dos últimos años.

-Un tiempo en el que su obra ha cambiado mucho.

-Sí, sin duda por mi entrada en Bellas Artes. En la carrera se da mucho lo figurativo, pero, poco a poco, estoy intento salirme de lo convencional para tener mi propio estilo. No obstante, tengo que dar gracias porque los cuadros o carteles el público ya identifica que son míos, lo cual es una excelente señal.

-¿Cómo lo ha logrado?

-Tengo la suerte de haber comenzado a pintar muy de niño de tal forma que este estilo propio está apareciendo antes que quizá otros artistas.

-¿Qué tiene de usted cada obra?

-Tiene mucho. Tiene el sentimiento que despierta en mí ese Cristo o esa cofradía. La Borriquita es la alegría, el júbilo de los niños, el color rosa y las palmas en contraposición con la soledad de la Buena Muerte en una noche que es oscuridad, es luz o es el blanco de las estameñas.

-Ha pintado múltiples momentos e imágenes de Semana Santa. ¿Alguno le impone respeto?

-La Soledad que para mí es una Virgen que tengo pendiente. Es una obra complicada de reproducir y de intentar aportar mi propia visión porque la tenemos tan venerada que podemos verla fea.

-Para plasmar la Semana Santa ¿hace falta conocerla?

-Sin duda puedes pintarla por su plástica pero el vivirla, el estar dentro y conocerla bien te ayuda a ir más allá a plasmar el escalofrío que te entra al ver pasar a tu cristo.

-Y para pintarla ¿hace falta ser creyente?

-Totalmente. Creo que hay que ser creyente para plasmar la verdad de la Semana Santa.