La Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias -la más numerosa de la ciudad con 4.583 hermanos- se queda como está después de descartar los dos posibles cambios que llevaban este domingo a examen en la asamblea: el desfile del Yacente creado por el escultor zamorano junto a los demás grupos de imaginería en la procesión del Viernes Santo y la creación de un traje uniformado para las mujeres que aún desfilan de luto.

En el primer caso, el debate llevó a los hermanos a concluir que la procesión ya está equilibrada con tres pasos, máxime después de integrar de forma reciente a la Virgen de las Espadas. La presencia en las calles del Santo Cristo, de Nuestra Madre y de la pequeña imagen de la capilla de la cofradía en San Vicente echan abajo la propuesta lanzada en 2017 por un hermano. No obstante, hay "esperanza" para el Yacente de Flecha. La cofradía estudiará con la parroquia la celebración de un viacrucis en San Vicente en tiempo de Cuaresma, una propuesta que recuerda el ceremonial del Yacente cada viernes previo a la Pasión.

Mayor control

En cuanto a la creación del uniforme para las damas que visten luto el Viernes Santo, los hermanos conocieron los diseños realizados por Miguel de la Iglesia, pero no llegaron a votarse porque la asamblea desestimo la adopción de una vestimenta común por motivos económicos. "Los hermanos han pensado que las familias tendrían que hacer un desembolso importante y se ha rechazado la propuesta", valoraba al término de la junta la presidenta de la cofradía, Isabel García Prieto, quien, en todo caso, quiso agradecer a Miguel de la Iglesia el trabajo realizado.

En todo caso, García Prieto aunció que se reforzará el control, a través de nuevos celadores, para que las damas que vistan luto respeten las consignas del reglamento. Igualmente, la presidenta informó, en su turno, de la obra social a favor de Cáritas y las personas necesitadas y agradeció el "clima tranquilo" que se dio en la reunión. Las cuotas siguen sin cambios para los 4.583 hermanos que componen Nuestra Madre.