La reunión de urgencia mantenida anteanoche por los presidentes de cofradías y hermandades de Semana Santa ante la crisis provocada por la decisión de la asamblea del Santo Entierro de plantear en una extraordinaria su salida del organismo por discrepancias en la gestión económica y del Museo concluyó con una llamada a la unidad del resto del Consejo Rector.

El presidente del Santo Entierro, Graciliano Hernández, apenas estuvo media hora en la reunión en la que se apeló a la cohesión y en la que se afeó la precipitación por parte de la Real Cofradía, fundadora de la Junta pro Semana Santa, organizadora de la procesión oficial de la Pasión y con 450 años a sus espaldas. Hernández afirmó, por su parte que "el Santo Entierro está abierto al diálogo", mientras que la presidenta de la Junta pro Semana Santa, Isabel García, atestiguó que la reunión fue "una toma de contacto" donde los presidentes escucharon la postura del Santo Entierro. Reacia a hablar de crisis en el seno de la Semana Santa, García reconoció que a los presidentes les "preocupa" lo planteado en la asamblea aunque "no queremos meternos en lo que decidan" y puntualizó que "todos podemos tener discrepancias" para a añadir que "existe una buena disposición para que todo salga bien en Semana Santa".

Durante la reunión una y otra facción expusieron planteamientos como que el voto se pondere en función del número de hermanos de cada hermandad, que los gastos de mantenimiento del Museo de Semana Santa repercuta en las cofradías en función del número de pasos que tengan en él e incluso se pidió la actualización del estatuto del organismo.

Preguntado ayer por la discusión en el seno semanasantero, el alcalde de la ciudad Francisco Guarido rehusó pronunciarse sobre el destino de las subvenciones públicas que recibe la Pasión. "No corresponde al equipo de Gobierno decidir" si el dinero se destina a la promoción o a la logística de la celebración y añadió que "los debates deben de ser internos y entre las cofradías". En relación a la alarma antiterrorista que salió a la palestra en la reunión de seguridad de la Semana Santa, enfatizó que "la situación es de normalidad y en Zamora no será diferente a lo que se viva en el resto de España". "Deseamos que todo salga bien, con buen tiempo, mucha gente y mucho negocio", concluyó.