Hay calles en el casco antiguo de Zamora que conservan el nombre desde tiempo inmemorial, cuyo nombre es suficiente para evocar la historia de la propia calle y de su entorno.

La vieja calle de Las Damas es un referente del pasado de la ciudad por los muchos recuerdos que nos puede traer, aunque su estructura actual ya no es la misma de otros tiempo. La denominación "calle de Las Damas" hace referencia a aquellas distinguidas mujeres que en la antigüedad acompañaban a las señoras de la realeza o de la nobleza.

Es posible que la calle que hoy comentamos fuera vía de paso de aquellas damas hacia las casas señoriales existentes en el histórico casco urbano. Hoy, como ayer, la calles de Las Damas conduce al paseo de San Martín, que antaño tuvo su templete, donde se celebraban conciertos, bailes y variados festejos.

La calle de Las Damas tiene en sí misma historias que rozan la leyenda: donde hoy se encuentra el Colegio Gonzalo de Berceo, hace cerca de un siglo se asentaba la casa de doña Tomasa García de Bujanda, un personaje popular, cuya vida era todo un misterio y su propia muerte fue misteriosa. Se habla de que poseía una inmensa fortuna, porque puede que tuviera gallinas que ponían huevos de oro. Nunca se supo públicamente la cuantía de sus bienes, porque cuando la alcurniosa y noble dama dejó este mundo, pasó todo a poder del Estado. Cuentan que la fachada de su mansión, de un raro estilo, tenía pilares de piedra ricamente labrados y en su parte alta campeaban escudos que atestiguaban el linaje de los que fueron antecesores de la "Tía Bujanda" que es como la llamaban las gentes de la época.

Al lado de la casa de "la Bujanda" estaba un corralón con la confitería del señor Campano, un buen hombre lleno de jovialidad y muy amigo de los chiquillos que eran sus principales parroquianos, porque gastaban las "perras" en confites.

En la prensa histórica queda constancia de familias que habitaban antaño en la calle de Las Damas: los Santamaría, los Gisbert, los Pendiburo, los Camino y don Eugenio Gil.

Aunque hayan desaparecido los antiguos edificios que conformaban la calle de Las Damas, habiendo sido sustituidos por otros de construcción más moderna, nos queda el nombre de esta antigua rúa, que nos trae recuerdos del pasado histórico de la ciudad.