In memóriam: A don José, de Muga de Sayago

Primero, y en eso estamos todos de acuerdo, que fue un gran tipo, que dio su vida por sus alumnos y alumnas y, en definitiva, también por el pueblo de Muga, y ambos han reaccionado como era de esperar, con dolor y agradecimiento.

Establecí contacto con él a raíz de varias veces que fui a examinar a final de curso con un equipo de profesores del IES María de Molina de nuestra ciudad. Allí pasábamos el día, trabajando duramente en mi caso. También comíamos en el colegio, una comida sana y abundante, cocinada en su mayoría con productos que él tenía de los pagos que hacían los padres de sus alumnos y alumnas en legumbres y los cerdos que poseía el colegio, alimentados con restos del comedor y algo más.

Daba clase, fundamentalmente de griego, latín y lengua y literatura españolas, además de, "esporádicamente" de ballet, ante la falta de profesorado, con cintas visuales y auditivas que poseía el colegio y no enumero el resto de toda clase de labores materiales, administrativas y humanas.

En una ocasión fui, con motivo de alguno de los intercambios que yo hacía con Francia, con algún grupo de franceses a pasar el día en Muga. Naturalmente, comimos en el colegio y no nos quería cobrar la comida. Su argumento era que para los alumnos y alumnas de Muga era un regalo ver a unos chicos y chicas franceses, de la edad de los suyos, viajar para aprender español. En el IES María de Molina tuve algunos alumnos de Muga, todos, mejor o peor preparados, eran trabajadores y responsables. Si tenían algún problemilla administrativo les recomendaba que acudieran a mí, como sucedió en alguna ocasión.

Si yo tengo estas cosillas, entre otras, que apostar a mi relación con él, qué no tendrán en su haber los alumnos y alumnas de Muga y el propio pueblo de una persona que, en ocasiones, pasó hambre en su vida, para dar más.

Por todo lo que dio, uno mi dolor y, por qué no, mi agradecimiento a don José, que en la Gloria esté.

Mercedes Rodríguez Otero. Catedrática de francés. (Zamora)